miércoles, 15 de octubre de 2008

Boletin Güemesiano Digital Octubre de 2008


BOLETIN GUEMESIANO Nº 102
OCTUBRE DE 2008

PRESENTACION En esta edición se continúa exponiendo el trabajo “Patriotismo Gaucho”, redactado en adhesión a la marcha patriótica realizada por gauchos del sur de Salta hacia San Salvador de Jujuy evocando el Exodo Jujeño. Luego se comenta la ceremonia realizada en la Parroquia “Sn Juan M Vianney” el 30 de setiembre y finalmente la agenda del mes de Setiembre.

CONTENIDO
I. PATRIOTISMO GAUCHO, PARTE II, por M Cristina Fernández
II. VENERACION GUEMESIANA DEL CRISTO CAMPESINO
III. AGENDA GUEMESIANA
IV. PALABRAS FINALES DESARROLLO

DESARROLLO
I. PATRIOTISMO GAUCHO
PARTE II


La segunda parte de “Patriotismo Gaucho” abarca desde las batallas de Tucumán y Salta –llamadas por el Dr. Armando Bazán las batallas de la unión nacional- hasta la disolución del gobierno central.

LAS BATALLAS DE LA UNION NACIONAL

Luego de triunfar en Huaqui, el ejército español recuperó las Intendencias Altoperuanas y avanzó sobre Jujuy a órdenes del Gral. Arequipeño José Pío Tristán. En un angustiante marco, Belgrano intentó elevar la moral patriótica recordando el 2do aniversario del movimiento de Mayo. El 25 hizo bendecir la Bandera que creara a orillas del Río Paraná ignorando que el gobierno central no la autorizaba.

El plan realista contemplaba la concentración de fuerzas y el avance hacia Córdoba donde se reunirían las tropas de Tristán con las de Osorio, que desde Chile cruzaría Los Andes, y los realistas que operaban en Montevideo. El objetivo era recuperar Buenos Aires y con ello el dominio del apetecido Virreinato.

El ejército patriota, empobrecido y sin recursos, era considerado en incapacidad de defensa. Por ello el Triunvirato ordenó a Belgrano evacuar desde Jujuy hasta Córdoba, liberando el inmenso territorio al enemigo. El sacrificio comenzó en Humahuaca. Bajo permanente acoso de los bien pertrechados enemigos, los pueblos marcharon regando con dolor la tierra que amaban hasta que el 3 de setiembre de 1812 en Las Piedras (Sur de Salta) tras un breve combate paladearon la victoria. Imbuidos de valor y heroísmo, pese a la insistente orden de continuar la marcha, los obligados protagonistas del éxodo decidieron enfrentar a Tristán.

Conscientes de que el territorio que dejaban podía ser irrecuperable, el 24 de setiembre las tropas al mando de Belgrano triunfaron en Tucumán. Esa batalla es considerada por el Dr. Armando Raúl Bazán como la batalla de la unión nacional debido a que en ella pelearon salteños (al mando de José de Moldes), jujeños, tucumanos (reunidos por Bernabé Aráoz), santiagueños, catamarqueños, altoperuanos (al mando de Manuel Ascencio Padilla y de Pedro Flores) y restos de regimientos porteños.

El temido ejército de Tristán fue derrotado por gauchos y tropas regulares, hermanados en la defensa del territorio. El triunfo, consecuencia de la desobediencia de Belgrano, provocó la caída del Primer Triunvirato.

Tristán fue nuevamente vencido en Salta, en otra batalla popular donde se unieron fuerzas, voluntades, bravura, patriotismo y fe. Allí la mujer tuvo papel decisivo tanto en las tareas de espionaje como de inteligencia y las demostraciones de valor como la dada por Martina Silva de Gurruchaga que organizó una tropa de caballería gaucha contribuyendo a la derrota realista.

José de Goyeneche renunció a la jefatura del Ejército Realista y fue reemplazado por Joaquín de la Pezuela. También como consecuencia de ese triunfo, los jujeños recuperaron su Ciudad. Después de siete penosos meses, desde Salta, cual protección maternal, llegaba la libertad.

En el libro de actas Belgrano escribió el 21 de Marzo de 1813: “Aquí concluyó el Cabildo establecido por la tiranía que fue repulsada, arrojada, aniquilada y destruida con la célebre y memorable victoria que obtuvieron las armas de la Patria el 20 de febrero de 1813, siendo el primer soldado de ellas ‘Manuel Belgrano’”. En memoria perpetua de aquellos sucesos y como homenaje al pueblo jujeño, el prócer hizo pintar sobre un paño blanco el Escudo de la Asamblea General Constituyente del año XIII, símbolo al que llamó Bandera Nacional de la Libertad Civil con la que reafirmaba la voluntad de constituir una nueva Nación. Bendecida el 25 de Mayo de 1813, fue adoptada por Ley Nº 4816/94 como Bandera de la Provincia de Jujuy.


Lamentablemente la derrota del ejército realista no implicó el fin de la lucha. Belgrano se posesionó de Potosí en Junio, alentando la organización de tropas. Sobrevinieron Vilcapugio y Ayohuma (1 de Octubre y 14 de Noviembre de 1813) y nuevamente el ejército patriota debió retirarse, vencido. Acosado por Pezuela, Belgrano ordenó el segundo éxodo jujeño a mediados de enero de 1814. Mientras delegaba el mando en el Gral. José de San Martín los realistas ocupaban Jujuy y luego Salta.


Ante la difícil situación, San Martín nombró a Güemes Jefe de Avanzadas del Río Pasaje (hoy Juramento, al sur de Salta) confiándole un extenso y estratégico territorio para contener al invasor. El ejército patriota fue concentrado en Tucumán donde se intentó disciplinarlo y reorganizarlo. Convencido San Martín que el fin de la oposición debía ser buscado por vía marítima, solicitó su relevo y fue nombrado Gobernador Intendente de Cuyo, donde organizó el cruce de los Andes.


LOS CAMPEONES QUE TENGO EL HONOR DE MANDAR”


Las tropas gauchas al mando de Güemes lograron, tras un continuo hostigamiento, innumerables refriegas y ataques por sorpresa, desgastar las de Pezuela. Después de siete meses de una cruel invasión en la que se destruyeron propiedades, se saqueó ganado, cosechas y se hizo vivir dramáticos momentos a los defensores de la causa, los realistas fueron obligados a retroceder hasta Cotagaita. Luego de ello Rondeau avanzó con gran lentitud hacia Perú, su ejército padecía de ineficiencia y corrupción, lo que favoreció que uno de sus oficiales, Martín Rodríguez, fuera sorprendido en El Tejar (Norte de Jujuy) y tomado prisionero.


El 23 de febrero de 1815, mediante Proclama, Martín Miguel de Güemes, coronel comandante del Cuerpo Militar de los Paisanos de la Campaña de la Provincia de Salta decía:


“Patriotas: ved el cuerpo militar de vuestros hermanos los gauchos que se une, se forma y sale a la campaña en los breves momentos de cuatro días: observad el gozo, la alegría y júbilo con que van a presentarse al frente de un ejército orgulloso, sin que a ninguno de estos héroes acompañe aquel temor que constituye los esclavos viles y ruines”. “Confiad en los campeones que tengo el honor de mandar y tened el consuelo que estos brazos fuertes e incorruptibles os darán la libertad que anheláis y la seguridad que deseáis”.


El espíritu libertario del gaucho fue orientado por Güemes al ideal de Independencia. El cuerpo militar que conformaban defendía entonces la Intendencia de Salta, que un año antes había sido separada de Tucumán.


Ante la inacción del Ejército Auxiliar, Martín Güemes atacó a la división de Antonio Vigil, derrotándola en Puesto del Marqués el 14 de Abril de 1815. Este nuevo lauro de las tropas gauchas trajo como consecuencia la designación de Güemes como Gobernador de la Intendencia.

A raíz de ésa derrota los realistas desocuparon Potosí y Charcas sin que el Ejército Auxiliar disparase un solo tiro o arriesgara un solo soldado. Rondeau avanzó en condiciones favorables ya que el Alto Perú estaba bajo dominio patriota a través de los caudillos locales. Sin embargo fue derrotado en Venta y Media (20 de Octubre) y Sipe Sipe (29 de Noviembre) perdiendo otra oportunidad de finalizar la cruenta lucha.


PROTECTOR Y PADRE DE LOS PAISANOS

Por disposición de Rondeau, Güemes había sido reemplazado en el mando de la Vanguardia del Ejército Auxiliar por Martín Rodríguez, con quien había tenido un serio enfrentamiento a raíz del trato que el porteño daba a sus gauchos. Los valores y estima que les profesaba Güemes eran advertidos por otros. Cuando fue elegido gobernador, un salteño que se encontraba en Buenos Aires –Juan Francisco Sevilla- le ofreció ponerse bajo sus órdenes junto a sus paisanos. En un párrafo le dice: “Veo en este hecho tan cabal brillar el iris que nos ofrece que no volveremos a ser esclavos, se disipan ya las nieblas del horizonte de nuestra felicidad y veo también constituido en nuestro gobernador un protector y padre de mis paisanos que tan injustamente han sido despreciados y mirados con abandono”.


El 2 de Julio de 1817 el cadete Juan Antonio Blasco solicitaba a Güemes auxilio por encontrarse en extrema pobreza escribiéndole: “Me veo obligado a ocurrir a la protección y amparo de V.S para que como padre que es de los pobres se digne socorrerme”. Además de protegerlos, Güemes confiaba en ellos. Esta confianza, siempre explícita, operaba como fuerte estímulo. El honor con el que actuaban, el conocimiento del medio, las actividades que desarrollaban para proveerse de alimentos, vestidos, información, socorros, etc. los convirtieron en insustituibles en aquél proceso. Partícipes irreemplazables, los gauchos sostuvieron la libertad e independencia de nuestra Patria, rubricando con heroísmo nuestro destino.


LA HEROICA DEFENSA DE LA PATRIA

Mientras Rondeau regresaba derrotado del Alto Perú, Güemes se esforzaba por obtener recursos para contener al enemigo. El 24 de diciembre de 1815 escribía desde Salta al Comandante Gral. de la Puna, su primo Juan José Fernández Campero: “Sobre mi salida de aquí no sé qué le diga a usted. Lo cierto es que yo lo deseo vivamente, pero si no se me proporcionan auxilios es un imposible verificarlo. No tengo una mula, ni un caballo, ni un peso ni cosa que se parezca. A Tucumán he pedido municiones y se me ha negado”. Al día siguiente, Fernández Campero le escribía desde Yavi: “Trate usted a toda costa de marchar hasta éste punto con la posible fuerza armada arrollando, y superando, cuanto obstáculo se presente”.


Cuando Pueyrredón se hizo cargo del Directorio (Mayo de 1816) y luego de verificar el deplorable estado del Ejército Auxiliar que se encontraba en Jujuy, ordenó a Rondeau concentrarlo en Tucumán entregando a Güemes armamentos y municiones. A su vez le informaba que quedaba a cargo de Güemes la defensa de las Provincias Unidas y la seguridad del Ejército Auxiliar.


El Dr. Luis Oscar Colmenares deduce que Pueyrredón habría tomado estas medidas considerando lo que Güemes había logrado con sus milicias frente a Pezuela en 1814; en 1815 en Puesto del Marqués y en marzo de 1816 cuando obligó a capitular a Rondeau que había invadido Salta para darle un castigo ejemplar. Por ello pensó que Güemes podía impedir que las Provincias Unidas cayeran en poder de España. Y no se equivocó.


Guemes y los pueblos bajo su mando se abocaron a cumplir esta misión sin parangón, con el apoyo y comunicación permanente de los bolivianos con quienes intercambiaba información y les daba instrucciones militares. También los auxiliaba, como consta en el acta del Cabildo de Santa Cruz del 15 de octubre de 1816 en la que agradecía la ayuda prestada por Güemes a Ignacio Warnes en potros para su Escuadrón de Lanceros. El 4 de Noviembre el mismo Cabildo, ante la amenaza realista, pedía ayuda a los pueblos vecinos entre los cuales figuraba Salta. También se hace referencia a que Santa Cruz podía confiar en la ayuda de Güemes que en casos similares la había ofrecido y otorgado. Pese a la resistencia, Santa Cruz cayó en manos de Aguilera y varios cruceños se refugiaron en Salta.


El Alto Perú, hasta 1810 y por 34 años, había integrado el Virreinato del Río de la Plata y los Ejércitos al mando de Castelli, Balcarce, Pueyrredón, Belgrano, San Martín y Rondeau habían intentado recuperarlo infructuosamente. La vinculación de Güemes con sus habitantes, su capacidad de organización y la autoridad que ejercía sobre ellos quedó documentada en cartas como la que el 19 de agosto de 1814 escribe desde Jujuy a Pedro Flores en la que le solicita aliente y anime a los valientes tarijeños para hostilizar al enemigo apostado en Tupiza, Suipacha y La Quiaca. También lo instruye para que les impidan tomar víveres, ganados e incomodarlos, formar escuadrones e informarle semanalmente lo que ocurriera.


El 2 de noviembre de 1820, mediante Proclama Güemes exhortaba a los cruceños al último sacrificio para apoyar la expedición de San Martín. Ya contaba con la adhesión de los caudillos altoperuanos.


Pero la misión encomendada se vio obstaculizada por la realidad. En setiembre de 1816, desde Moreno, Fernández Campero escribía a Güemes: “Veo los trabajos en que te hallas por carne para la tropa, pero si tú no me auxilias ¿cómo subsisto? Ya no hay recursos y esto nos mata. El enemigo debió salir de Yavi ayer, creo que no lo ha hecho, pero serán consecutivas las noticias si ocurre algo”. Declarada la Independencia, Güemes la hizo jurar en agosto en Jujuy. Fernández Campero lo hizo en Moreno (Quebrada de Humahuaca) el 30 de agosto, día de la Patrona de América, la peruana Santa Rosa (Isabel Flores de Oliva, fallecida en 1617 a los 31 años). A partir de entonces se luchó por defender la Independencia.

INFRANQUEABLE BARRERA

Cartas y Oficios de Güemes a terceros y de terceros a Güemes escritas entre 1810 y 1821 en las ciudades de Buenos Aires, Córdoba, Catamarca, La Rioja, Tucumán, Salta, Jujuy, Santiago del Estero, Mendoza, Rosario, Santiago de Chile, Tupiza, Mojo, Tarija, La Paz; Santa Cruz de la Sierra; Pomabamba y Potosí; en localidades como: Pilar, Capilla del Pilar, Río Seco, Hoyada, Rosario de la Frontera, Naranjo, Molinos, Payogasta, Cachi, San Carlos, San Isidro, Toldos, Toro, Chicoana, Concha, Molinos, Calchaqui, Sauces, Humahuaca, Pampa Blanca, San Pedro, Moreno, Huacalera, Casabindo, Fraile Muerto, Santa Catalina, Yavi, Brete, Huerta, Ranchos, Lules, Trancas, Papagayos, Santa María, Belén, Purificación (Banda Oriental), Misiones (Oriente Boliviano), Carachimayo, Colpa, etc; testimonian los vínculos entre Güemes, los patriotas diseminados en distintos puntos del extenso territorio de las entonces Provincias Unidas y sus pueblos.

Desde 1816 hasta su muerte, el ejército de Güemes frustró todos los intentos de la corona por recuperar el dominio del ex Virreinato del Río de la Plata. Belgrano, nuevamente al mando del Ejército Patrio, al anoticiarse en 1817 del avance de La Serna ordenó por Bando preparar el éxodo bajo pena de ser pasado por las armas aquél que proveyera aunque fuera un huevo al enemigo. La Serna fue expulsado sin apoyo del gobierno central ni de la Provincias. En Noviembre, Pedro Antonio de Olañeta invadió Jujuy y fue obligado a retirarse, lo mismo le ocurrió a Canterac en Marzo de 1819.

Cada invasión provocó graves daños, pérdidas, muertes, irrecuperables gastos, devastación. Pezuela, La Serna, Ramírez, Canterac, Olañeta, Valdéz, entre otros, no pudieron traspasar los límites de Salta en su camino a Buenos Aires pero huellaron la tierra de dolor y destrucción.

A fines de 1818 Güemes se aprestaba a avanzar al Alto Perú comandando la vanguardia del Ejército Auxiliar luego del triunfo de San Martín en Maipú. Pero Pueyrredón dispuso que el Ejército marchara a enfrentar a los caudillos del Litoral. Al poco tiempo Pueyrredón renunció al cargo, sucediéndolo Rondeau.

En enero de 1820 el Ejército se sublevó en Arequito y Rondeau fue vencido en Cepeda por Estanislao López y Francisco Ramírez, quedando el país sin gobierno central. Entonces los realistas creyeron propicio el avance pero sólo pudieron llegar hasta Río Juramento (Sur de Salta) y tuvieron que regresar.

El ejército con el que defendió a las Provincias Unidas siempre estuvo integrado por una mayoría gaucha. Según lo describe el Dr. Luis Oscar Colmenares: “Llegó a tener 6610 hombres, entre los que había una pequeña fuerza de línea. De acuerdo a una lista del año 1818 se componía de Estado Mayor, artillería, caballería de línea (división de gauchos de línea) que ascendían a 667 plazas y Escuadrones de Gauchos con 5.943 hombres. Los Escuadrones de gauchos no eran meras agrupaciones ocasionales de paisanos sino verdaderos cuerpos fijos y reglados de milicias, con fuero militar propio. Tenía servicio de maestranza, fábrica de pólvora y cartuchos, hospital y sastrería. Contaba, además, con varias divisiones corsarias con funciones parecidas a los modernos comandos y Capellanes”. Sólo 900 hombres de tropa de línea percibían haberes.

II. VENERACION DEL CRISTO CAMPESINO

El 30 de setiembre, los integrantes de la Delegación del Instituto Güemesiano de Salta en B Aires, participaron en la Misa de Veneración del Cristo Campesino realizada en la Parroquia “San Juan María Vianney”. Portaron las Banderas de Ceremonias Noemí Rosas (Bandera Nacional) y Mario Huertas (Bandera de Salta). Realizaron las ofrendas las señoras Ester Maidana y Mirta Castro.


Luego de la Misa desarrollaron una invocación artística a la milagrosa imagen en la que participaron, en el guión y coordinación, María Cristina Fernández; en baguala José Güedilla y María Gaspar; en poesía Carlos Staffa Morris; en canto Luis de la Peña, Hernán Luna, Héctor Chávez, Rubén Herebia y Tomás Caro; en recitado Pablo Pérez; palabras alusivas Naira Malén y Anahí Ayelén Pérez.


La Delegación, que se caracteriza por difundir la Gesta Güemesiana a través del folklore, ofrendó su aporte a la cultura, la historia y la tradición, como una manera de honrar a la Patria.


Los momentos vividos en presencia del milagroso Cristo y de su autor fueron sublimes. Los participantes, todos con indumentaria gaucha, sintieron una intensa emoción ante la Imagen que la mayoría contemplaba por primera vez.


III. AGENDA GUEMESIANA SETIEMBRE 2008


26 de Setiembre:
Asistió al IV Foro del Bicentenario: Políticas Públicas para la reducción de la desigualdad. Organizado por la Secretaría de Cultura de la Nación.


30 de Setiembre
: Reunión con el Delegado del Gobierno de Salta en B Aires, Lic. Domingo Avellaneda. Se expuso la necesidad de contar con presupuesto para solventar los gastos de la Delegación (los que desde el año 2001 son absorbidos por la Delegada) y la necesidad de contar con un lugar para reuniones de coordinación y estudio de los integrantes de la Delegación. Las mismas eran realizadas en el domicilio de la Prof. Fernández resultando imposible continuar realizándolas por la cantidad de integrantes (20) y los interesados que desearían sumarse. Por otra parte, la extensa difusión que se realiza genera consultas que tampoco pueden seguir siendo atendidas en dicho domicilio. Ello afecta el funcionamiento de la Delegación y limita su crecimiento.


Veneración del Cristo Campesino en la Parroquia San Juan María Vianney


IV. PALABRAS FINALES

El Boletín Güemesiano Digital fue declarado de interés legislativo por la Honorable Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires, por Resolución Nº D-1224/08-09 de fecha 23 de Julio de 2008. El 26 de Agosto de 2008 fue declarado de interés cultural por la Secretaría de Cultura de la Provincia de Salta, por Resolución Nº 309. Esta Secretaría considera que el material constituye un importante aporte al conocimiento y difusión de la gesta que tuvo por escenario el Norte argentino y gran parte del territorio de Bolivia. Ambas resoluciones constituyen un importante aval para la tarea que desde hacen ocho años se desarrolla en forma sostenida y sistemática, por la memoria de quienes nos legaron la libertad.


Buenos Aires, 12 de Octubre de 2008


Prof. María Cristina Fernández
Académica del Instituto Guemesiano de Salta
Tel: 011 4306 9720

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