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miércoles, 15 de octubre de 2008

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Boletin Güemesiano Digital Octubre de 2008


BOLETIN GUEMESIANO Nº 102
OCTUBRE DE 2008

PRESENTACION En esta edición se continúa exponiendo el trabajo “Patriotismo Gaucho”, redactado en adhesión a la marcha patriótica realizada por gauchos del sur de Salta hacia San Salvador de Jujuy evocando el Exodo Jujeño. Luego se comenta la ceremonia realizada en la Parroquia “Sn Juan M Vianney” el 30 de setiembre y finalmente la agenda del mes de Setiembre.

CONTENIDO
I. PATRIOTISMO GAUCHO, PARTE II, por M Cristina Fernández
II. VENERACION GUEMESIANA DEL CRISTO CAMPESINO
III. AGENDA GUEMESIANA
IV. PALABRAS FINALES DESARROLLO

DESARROLLO
I. PATRIOTISMO GAUCHO
PARTE II


La segunda parte de “Patriotismo Gaucho” abarca desde las batallas de Tucumán y Salta –llamadas por el Dr. Armando Bazán las batallas de la unión nacional- hasta la disolución del gobierno central.

LAS BATALLAS DE LA UNION NACIONAL

Luego de triunfar en Huaqui, el ejército español recuperó las Intendencias Altoperuanas y avanzó sobre Jujuy a órdenes del Gral. Arequipeño José Pío Tristán. En un angustiante marco, Belgrano intentó elevar la moral patriótica recordando el 2do aniversario del movimiento de Mayo. El 25 hizo bendecir la Bandera que creara a orillas del Río Paraná ignorando que el gobierno central no la autorizaba.

El plan realista contemplaba la concentración de fuerzas y el avance hacia Córdoba donde se reunirían las tropas de Tristán con las de Osorio, que desde Chile cruzaría Los Andes, y los realistas que operaban en Montevideo. El objetivo era recuperar Buenos Aires y con ello el dominio del apetecido Virreinato.

El ejército patriota, empobrecido y sin recursos, era considerado en incapacidad de defensa. Por ello el Triunvirato ordenó a Belgrano evacuar desde Jujuy hasta Córdoba, liberando el inmenso territorio al enemigo. El sacrificio comenzó en Humahuaca. Bajo permanente acoso de los bien pertrechados enemigos, los pueblos marcharon regando con dolor la tierra que amaban hasta que el 3 de setiembre de 1812 en Las Piedras (Sur de Salta) tras un breve combate paladearon la victoria. Imbuidos de valor y heroísmo, pese a la insistente orden de continuar la marcha, los obligados protagonistas del éxodo decidieron enfrentar a Tristán.

Conscientes de que el territorio que dejaban podía ser irrecuperable, el 24 de setiembre las tropas al mando de Belgrano triunfaron en Tucumán. Esa batalla es considerada por el Dr. Armando Raúl Bazán como la batalla de la unión nacional debido a que en ella pelearon salteños (al mando de José de Moldes), jujeños, tucumanos (reunidos por Bernabé Aráoz), santiagueños, catamarqueños, altoperuanos (al mando de Manuel Ascencio Padilla y de Pedro Flores) y restos de regimientos porteños.

El temido ejército de Tristán fue derrotado por gauchos y tropas regulares, hermanados en la defensa del territorio. El triunfo, consecuencia de la desobediencia de Belgrano, provocó la caída del Primer Triunvirato.

Tristán fue nuevamente vencido en Salta, en otra batalla popular donde se unieron fuerzas, voluntades, bravura, patriotismo y fe. Allí la mujer tuvo papel decisivo tanto en las tareas de espionaje como de inteligencia y las demostraciones de valor como la dada por Martina Silva de Gurruchaga que organizó una tropa de caballería gaucha contribuyendo a la derrota realista.

José de Goyeneche renunció a la jefatura del Ejército Realista y fue reemplazado por Joaquín de la Pezuela. También como consecuencia de ese triunfo, los jujeños recuperaron su Ciudad. Después de siete penosos meses, desde Salta, cual protección maternal, llegaba la libertad.

En el libro de actas Belgrano escribió el 21 de Marzo de 1813: “Aquí concluyó el Cabildo establecido por la tiranía que fue repulsada, arrojada, aniquilada y destruida con la célebre y memorable victoria que obtuvieron las armas de la Patria el 20 de febrero de 1813, siendo el primer soldado de ellas ‘Manuel Belgrano’”. En memoria perpetua de aquellos sucesos y como homenaje al pueblo jujeño, el prócer hizo pintar sobre un paño blanco el Escudo de la Asamblea General Constituyente del año XIII, símbolo al que llamó Bandera Nacional de la Libertad Civil con la que reafirmaba la voluntad de constituir una nueva Nación. Bendecida el 25 de Mayo de 1813, fue adoptada por Ley Nº 4816/94 como Bandera de la Provincia de Jujuy.


Lamentablemente la derrota del ejército realista no implicó el fin de la lucha. Belgrano se posesionó de Potosí en Junio, alentando la organización de tropas. Sobrevinieron Vilcapugio y Ayohuma (1 de Octubre y 14 de Noviembre de 1813) y nuevamente el ejército patriota debió retirarse, vencido. Acosado por Pezuela, Belgrano ordenó el segundo éxodo jujeño a mediados de enero de 1814. Mientras delegaba el mando en el Gral. José de San Martín los realistas ocupaban Jujuy y luego Salta.


Ante la difícil situación, San Martín nombró a Güemes Jefe de Avanzadas del Río Pasaje (hoy Juramento, al sur de Salta) confiándole un extenso y estratégico territorio para contener al invasor. El ejército patriota fue concentrado en Tucumán donde se intentó disciplinarlo y reorganizarlo. Convencido San Martín que el fin de la oposición debía ser buscado por vía marítima, solicitó su relevo y fue nombrado Gobernador Intendente de Cuyo, donde organizó el cruce de los Andes.


LOS CAMPEONES QUE TENGO EL HONOR DE MANDAR”


Las tropas gauchas al mando de Güemes lograron, tras un continuo hostigamiento, innumerables refriegas y ataques por sorpresa, desgastar las de Pezuela. Después de siete meses de una cruel invasión en la que se destruyeron propiedades, se saqueó ganado, cosechas y se hizo vivir dramáticos momentos a los defensores de la causa, los realistas fueron obligados a retroceder hasta Cotagaita. Luego de ello Rondeau avanzó con gran lentitud hacia Perú, su ejército padecía de ineficiencia y corrupción, lo que favoreció que uno de sus oficiales, Martín Rodríguez, fuera sorprendido en El Tejar (Norte de Jujuy) y tomado prisionero.


El 23 de febrero de 1815, mediante Proclama, Martín Miguel de Güemes, coronel comandante del Cuerpo Militar de los Paisanos de la Campaña de la Provincia de Salta decía:


“Patriotas: ved el cuerpo militar de vuestros hermanos los gauchos que se une, se forma y sale a la campaña en los breves momentos de cuatro días: observad el gozo, la alegría y júbilo con que van a presentarse al frente de un ejército orgulloso, sin que a ninguno de estos héroes acompañe aquel temor que constituye los esclavos viles y ruines”. “Confiad en los campeones que tengo el honor de mandar y tened el consuelo que estos brazos fuertes e incorruptibles os darán la libertad que anheláis y la seguridad que deseáis”.


El espíritu libertario del gaucho fue orientado por Güemes al ideal de Independencia. El cuerpo militar que conformaban defendía entonces la Intendencia de Salta, que un año antes había sido separada de Tucumán.


Ante la inacción del Ejército Auxiliar, Martín Güemes atacó a la división de Antonio Vigil, derrotándola en Puesto del Marqués el 14 de Abril de 1815. Este nuevo lauro de las tropas gauchas trajo como consecuencia la designación de Güemes como Gobernador de la Intendencia.

A raíz de ésa derrota los realistas desocuparon Potosí y Charcas sin que el Ejército Auxiliar disparase un solo tiro o arriesgara un solo soldado. Rondeau avanzó en condiciones favorables ya que el Alto Perú estaba bajo dominio patriota a través de los caudillos locales. Sin embargo fue derrotado en Venta y Media (20 de Octubre) y Sipe Sipe (29 de Noviembre) perdiendo otra oportunidad de finalizar la cruenta lucha.


PROTECTOR Y PADRE DE LOS PAISANOS

Por disposición de Rondeau, Güemes había sido reemplazado en el mando de la Vanguardia del Ejército Auxiliar por Martín Rodríguez, con quien había tenido un serio enfrentamiento a raíz del trato que el porteño daba a sus gauchos. Los valores y estima que les profesaba Güemes eran advertidos por otros. Cuando fue elegido gobernador, un salteño que se encontraba en Buenos Aires –Juan Francisco Sevilla- le ofreció ponerse bajo sus órdenes junto a sus paisanos. En un párrafo le dice: “Veo en este hecho tan cabal brillar el iris que nos ofrece que no volveremos a ser esclavos, se disipan ya las nieblas del horizonte de nuestra felicidad y veo también constituido en nuestro gobernador un protector y padre de mis paisanos que tan injustamente han sido despreciados y mirados con abandono”.


El 2 de Julio de 1817 el cadete Juan Antonio Blasco solicitaba a Güemes auxilio por encontrarse en extrema pobreza escribiéndole: “Me veo obligado a ocurrir a la protección y amparo de V.S para que como padre que es de los pobres se digne socorrerme”. Además de protegerlos, Güemes confiaba en ellos. Esta confianza, siempre explícita, operaba como fuerte estímulo. El honor con el que actuaban, el conocimiento del medio, las actividades que desarrollaban para proveerse de alimentos, vestidos, información, socorros, etc. los convirtieron en insustituibles en aquél proceso. Partícipes irreemplazables, los gauchos sostuvieron la libertad e independencia de nuestra Patria, rubricando con heroísmo nuestro destino.


LA HEROICA DEFENSA DE LA PATRIA

Mientras Rondeau regresaba derrotado del Alto Perú, Güemes se esforzaba por obtener recursos para contener al enemigo. El 24 de diciembre de 1815 escribía desde Salta al Comandante Gral. de la Puna, su primo Juan José Fernández Campero: “Sobre mi salida de aquí no sé qué le diga a usted. Lo cierto es que yo lo deseo vivamente, pero si no se me proporcionan auxilios es un imposible verificarlo. No tengo una mula, ni un caballo, ni un peso ni cosa que se parezca. A Tucumán he pedido municiones y se me ha negado”. Al día siguiente, Fernández Campero le escribía desde Yavi: “Trate usted a toda costa de marchar hasta éste punto con la posible fuerza armada arrollando, y superando, cuanto obstáculo se presente”.


Cuando Pueyrredón se hizo cargo del Directorio (Mayo de 1816) y luego de verificar el deplorable estado del Ejército Auxiliar que se encontraba en Jujuy, ordenó a Rondeau concentrarlo en Tucumán entregando a Güemes armamentos y municiones. A su vez le informaba que quedaba a cargo de Güemes la defensa de las Provincias Unidas y la seguridad del Ejército Auxiliar.


El Dr. Luis Oscar Colmenares deduce que Pueyrredón habría tomado estas medidas considerando lo que Güemes había logrado con sus milicias frente a Pezuela en 1814; en 1815 en Puesto del Marqués y en marzo de 1816 cuando obligó a capitular a Rondeau que había invadido Salta para darle un castigo ejemplar. Por ello pensó que Güemes podía impedir que las Provincias Unidas cayeran en poder de España. Y no se equivocó.


Guemes y los pueblos bajo su mando se abocaron a cumplir esta misión sin parangón, con el apoyo y comunicación permanente de los bolivianos con quienes intercambiaba información y les daba instrucciones militares. También los auxiliaba, como consta en el acta del Cabildo de Santa Cruz del 15 de octubre de 1816 en la que agradecía la ayuda prestada por Güemes a Ignacio Warnes en potros para su Escuadrón de Lanceros. El 4 de Noviembre el mismo Cabildo, ante la amenaza realista, pedía ayuda a los pueblos vecinos entre los cuales figuraba Salta. También se hace referencia a que Santa Cruz podía confiar en la ayuda de Güemes que en casos similares la había ofrecido y otorgado. Pese a la resistencia, Santa Cruz cayó en manos de Aguilera y varios cruceños se refugiaron en Salta.


El Alto Perú, hasta 1810 y por 34 años, había integrado el Virreinato del Río de la Plata y los Ejércitos al mando de Castelli, Balcarce, Pueyrredón, Belgrano, San Martín y Rondeau habían intentado recuperarlo infructuosamente. La vinculación de Güemes con sus habitantes, su capacidad de organización y la autoridad que ejercía sobre ellos quedó documentada en cartas como la que el 19 de agosto de 1814 escribe desde Jujuy a Pedro Flores en la que le solicita aliente y anime a los valientes tarijeños para hostilizar al enemigo apostado en Tupiza, Suipacha y La Quiaca. También lo instruye para que les impidan tomar víveres, ganados e incomodarlos, formar escuadrones e informarle semanalmente lo que ocurriera.


El 2 de noviembre de 1820, mediante Proclama Güemes exhortaba a los cruceños al último sacrificio para apoyar la expedición de San Martín. Ya contaba con la adhesión de los caudillos altoperuanos.


Pero la misión encomendada se vio obstaculizada por la realidad. En setiembre de 1816, desde Moreno, Fernández Campero escribía a Güemes: “Veo los trabajos en que te hallas por carne para la tropa, pero si tú no me auxilias ¿cómo subsisto? Ya no hay recursos y esto nos mata. El enemigo debió salir de Yavi ayer, creo que no lo ha hecho, pero serán consecutivas las noticias si ocurre algo”. Declarada la Independencia, Güemes la hizo jurar en agosto en Jujuy. Fernández Campero lo hizo en Moreno (Quebrada de Humahuaca) el 30 de agosto, día de la Patrona de América, la peruana Santa Rosa (Isabel Flores de Oliva, fallecida en 1617 a los 31 años). A partir de entonces se luchó por defender la Independencia.

INFRANQUEABLE BARRERA

Cartas y Oficios de Güemes a terceros y de terceros a Güemes escritas entre 1810 y 1821 en las ciudades de Buenos Aires, Córdoba, Catamarca, La Rioja, Tucumán, Salta, Jujuy, Santiago del Estero, Mendoza, Rosario, Santiago de Chile, Tupiza, Mojo, Tarija, La Paz; Santa Cruz de la Sierra; Pomabamba y Potosí; en localidades como: Pilar, Capilla del Pilar, Río Seco, Hoyada, Rosario de la Frontera, Naranjo, Molinos, Payogasta, Cachi, San Carlos, San Isidro, Toldos, Toro, Chicoana, Concha, Molinos, Calchaqui, Sauces, Humahuaca, Pampa Blanca, San Pedro, Moreno, Huacalera, Casabindo, Fraile Muerto, Santa Catalina, Yavi, Brete, Huerta, Ranchos, Lules, Trancas, Papagayos, Santa María, Belén, Purificación (Banda Oriental), Misiones (Oriente Boliviano), Carachimayo, Colpa, etc; testimonian los vínculos entre Güemes, los patriotas diseminados en distintos puntos del extenso territorio de las entonces Provincias Unidas y sus pueblos.

Desde 1816 hasta su muerte, el ejército de Güemes frustró todos los intentos de la corona por recuperar el dominio del ex Virreinato del Río de la Plata. Belgrano, nuevamente al mando del Ejército Patrio, al anoticiarse en 1817 del avance de La Serna ordenó por Bando preparar el éxodo bajo pena de ser pasado por las armas aquél que proveyera aunque fuera un huevo al enemigo. La Serna fue expulsado sin apoyo del gobierno central ni de la Provincias. En Noviembre, Pedro Antonio de Olañeta invadió Jujuy y fue obligado a retirarse, lo mismo le ocurrió a Canterac en Marzo de 1819.

Cada invasión provocó graves daños, pérdidas, muertes, irrecuperables gastos, devastación. Pezuela, La Serna, Ramírez, Canterac, Olañeta, Valdéz, entre otros, no pudieron traspasar los límites de Salta en su camino a Buenos Aires pero huellaron la tierra de dolor y destrucción.

A fines de 1818 Güemes se aprestaba a avanzar al Alto Perú comandando la vanguardia del Ejército Auxiliar luego del triunfo de San Martín en Maipú. Pero Pueyrredón dispuso que el Ejército marchara a enfrentar a los caudillos del Litoral. Al poco tiempo Pueyrredón renunció al cargo, sucediéndolo Rondeau.

En enero de 1820 el Ejército se sublevó en Arequito y Rondeau fue vencido en Cepeda por Estanislao López y Francisco Ramírez, quedando el país sin gobierno central. Entonces los realistas creyeron propicio el avance pero sólo pudieron llegar hasta Río Juramento (Sur de Salta) y tuvieron que regresar.

El ejército con el que defendió a las Provincias Unidas siempre estuvo integrado por una mayoría gaucha. Según lo describe el Dr. Luis Oscar Colmenares: “Llegó a tener 6610 hombres, entre los que había una pequeña fuerza de línea. De acuerdo a una lista del año 1818 se componía de Estado Mayor, artillería, caballería de línea (división de gauchos de línea) que ascendían a 667 plazas y Escuadrones de Gauchos con 5.943 hombres. Los Escuadrones de gauchos no eran meras agrupaciones ocasionales de paisanos sino verdaderos cuerpos fijos y reglados de milicias, con fuero militar propio. Tenía servicio de maestranza, fábrica de pólvora y cartuchos, hospital y sastrería. Contaba, además, con varias divisiones corsarias con funciones parecidas a los modernos comandos y Capellanes”. Sólo 900 hombres de tropa de línea percibían haberes.

II. VENERACION DEL CRISTO CAMPESINO

El 30 de setiembre, los integrantes de la Delegación del Instituto Güemesiano de Salta en B Aires, participaron en la Misa de Veneración del Cristo Campesino realizada en la Parroquia “San Juan María Vianney”. Portaron las Banderas de Ceremonias Noemí Rosas (Bandera Nacional) y Mario Huertas (Bandera de Salta). Realizaron las ofrendas las señoras Ester Maidana y Mirta Castro.


Luego de la Misa desarrollaron una invocación artística a la milagrosa imagen en la que participaron, en el guión y coordinación, María Cristina Fernández; en baguala José Güedilla y María Gaspar; en poesía Carlos Staffa Morris; en canto Luis de la Peña, Hernán Luna, Héctor Chávez, Rubén Herebia y Tomás Caro; en recitado Pablo Pérez; palabras alusivas Naira Malén y Anahí Ayelén Pérez.


La Delegación, que se caracteriza por difundir la Gesta Güemesiana a través del folklore, ofrendó su aporte a la cultura, la historia y la tradición, como una manera de honrar a la Patria.


Los momentos vividos en presencia del milagroso Cristo y de su autor fueron sublimes. Los participantes, todos con indumentaria gaucha, sintieron una intensa emoción ante la Imagen que la mayoría contemplaba por primera vez.


III. AGENDA GUEMESIANA SETIEMBRE 2008


26 de Setiembre:
Asistió al IV Foro del Bicentenario: Políticas Públicas para la reducción de la desigualdad. Organizado por la Secretaría de Cultura de la Nación.


30 de Setiembre
: Reunión con el Delegado del Gobierno de Salta en B Aires, Lic. Domingo Avellaneda. Se expuso la necesidad de contar con presupuesto para solventar los gastos de la Delegación (los que desde el año 2001 son absorbidos por la Delegada) y la necesidad de contar con un lugar para reuniones de coordinación y estudio de los integrantes de la Delegación. Las mismas eran realizadas en el domicilio de la Prof. Fernández resultando imposible continuar realizándolas por la cantidad de integrantes (20) y los interesados que desearían sumarse. Por otra parte, la extensa difusión que se realiza genera consultas que tampoco pueden seguir siendo atendidas en dicho domicilio. Ello afecta el funcionamiento de la Delegación y limita su crecimiento.


Veneración del Cristo Campesino en la Parroquia San Juan María Vianney


IV. PALABRAS FINALES

El Boletín Güemesiano Digital fue declarado de interés legislativo por la Honorable Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires, por Resolución Nº D-1224/08-09 de fecha 23 de Julio de 2008. El 26 de Agosto de 2008 fue declarado de interés cultural por la Secretaría de Cultura de la Provincia de Salta, por Resolución Nº 309. Esta Secretaría considera que el material constituye un importante aporte al conocimiento y difusión de la gesta que tuvo por escenario el Norte argentino y gran parte del territorio de Bolivia. Ambas resoluciones constituyen un importante aval para la tarea que desde hacen ocho años se desarrolla en forma sostenida y sistemática, por la memoria de quienes nos legaron la libertad.


Buenos Aires, 12 de Octubre de 2008


Prof. María Cristina Fernández
Académica del Instituto Guemesiano de Salta
Tel: 011 4306 9720

domingo, 8 de junio de 2008

Nueva Representación en Irlanda -INST. BROWNIANO

jueves, 22 de mayo de 2008

Nueva Representación


martes, 20 de mayo de 2008

Homenaje a Leonardo Rosales


lunes, 5 de mayo de 2008

ÚLTIMAS FUNCIONES!!!



martes, 22 de abril de 2008

Boletín Güemesiano Abril 08

BOLETIN GUEMESIANO Nº 96
ABRIL DE 2008

PRESENTACION

En 1815 José de Rondeau invadió Salta y declaró a su gobernador intendente, Martín Güemes, reo de estado. Este desconcertante suceso en el que Salta no es invadida por el ejército enemigo sino el del país por el cual se luchaba, debe analizarse en un complejo contexto. Cabe preguntarse: ¿Qué movilizó al jefe del Ejército Auxiliar a tomar tan drástica decisión en contra de sus compañeros de lucha? ¿Cómo se justifica su conducta? ¿Qué propósitos lo animaban? ¿Cuáles fueron las consecuencias?

La búsqueda de respuestas une sucesos anteriores con la actitud de Rondeau y el desenlace del conflicto. Con lo relevado se redactó un artículo que será presentado en dos partes, correspondiendo la primera al Boletín de Abril.

CONTENIDO


I. DE LA DISCORDIA AL PACTO (PARTE I), por M Cristina Fernández
II. PUBLICACIONES GUEMESIANAS
III. HOMENAJE A LA MUJER QUE LUCHO POR LA INDEPENDENCIA
IV. INVITACION BELGRANIANA
V. PALABRAS FINALES

DESARROLLO

I. DE LA DISCORDIA AL PACTO

EL EJERCITO PATRIOTA

Después de vencer a los realistas comandados por Pío Tristán en Las Piedras (3 de setiembre de 1812), Tucumán (24 de setiembre de 1812) y Salta (20 de febrero de 1813), Manuel Belgrano continuó su marcha hacia el Alto Perú, en el intento de recuperar el dominio de ése importante territorio que integraba el ex Virreinato del Río de la Plata.

El Gral. José Manuel de Goyeneche había sido reemplazado en la Jefatura del ejército realista por Joaquín de la Pezuela quien enfrentó a Belgrano en Vilcapugio (1 de Octubre de 1813) y Ayohúma (14 de Noviembre de 1813). Como consecuencia de la derrota, Belgrano fue reemplazado por José de San Martín mientras los realistas avanzaban hacia Buenos Aires.

En un intento de reorganizar el Ejército Patrio, seriamente afectado por la indisciplina y la deserción, San Martín lo concentró en Tucumán. Paralelamente nombró a Martín Güemes Comandante General de Avanzadas, con la misión de sostener la línea del Pasaje (importante río que surca gran parte del actual territorio del sur salteño).


Al frente de sus milicias gauchas, Martín Güemes derrotó a las fuerzas de Saturnino Castro en Tuscal de Velarde. Este fue su primer triunfo luego de regresar a Salta integrando el refuerzo que el gobierno central enviara al mando de San Martín.

Pezuela había logrado avanzar hasta Salta, ocupándola, pero en los primeros días de Mayo sus tropas pasaron de ser sitiadoras a sitiadas debido a que se les impidió abastecerse de los víveres necesarios para subsistir. En ésa situación arribaron refuerzos al mando del Gral. Ramírez provocando el retiro de las fuerzas patriotas que pese a la superioridad numérica del invasor continuaron hostilizándolos. Ello los obligó a retirarse hacia Jujuy, los primeros días de Julio, seis meses después de iniciar la invasión.

San Martín informaba periódicamente estos sucesos al Director Supremo de las Provincias Unidas, Gervasio Antonio Posadas, quien en mérito a la actuación de Güemes dispuso ascenderlo a Teniente Coronel efectivo del ejército.

La salud de San Martín le impidió avanzar con su Ejército desde Tucumán a Salta en auxilio de Güemes. Durante su licencia por enfermedad fue reemplazado por el coronel Francisco Fernández de la Cruz hasta que
José de Rondeau asumió el mando en Julio de 1814.

DESVENTURAS REALISTAS

Rondeau nombró a Antonino Fernández Cornejo comandante militar y político de la ciudad Salta, ordenando a Güemes marchar hacia Jujuy y posesionarse de la ciudad mientras Pezuela se precipitaba al Alto Perú. A las desventuras padecidas por los realistas en su intento de recuperar Buenos Aires se sumaron otras. En La Florida (territorio altoperuano), Juan Antonio Alvarez de Arenales los había derrotado y en Uruguay, Montevideo era tomada por Carlos María de Alvear.

El Ejército fue acuartelado en Concha (hoy Depto. Metán, Provincia de Salta). Desde allí Rondeau solicitó a Fernández de la Cruz que se le reuniera con los hombres que habían quedado en Tucumán. Su intención era atacar al ejército en retirada para inmovilizarlo pero Posadas le ordenó esperar refuerzos de Buenos Aires. De la Cruz permaneció en Tucumán.

En esta campaña que Martín Güemes desarrollara brillantemente, pese a los escasos recursos y hombres con los que contaba, logrando expulsar a un numeroso y bien equipado ejército invasor, comienza a documentarse el accionar de los gauchos.
“Es imponderable la intrepidez y el entusiasmo con que se arroja el paisanaje sobre las partidas enemigas, sin temor del fuego de fusilería que ellas hacen. Tengo de esto repetidos testimonios” (San Martín a Posadas, 1 de Abril de 1814). “Después de seis días de asedio riguroso que tuvo el esforzado paisanaje, hasta que el 7 del presente llegó en auxilio de los sitiados el general Ramírez con toda la vanguardia de mil hombres que existían en Jujuy”. Decía luego: “Los enemigos no se han atrevido a destacar ninguna partida fuera de ella (la ciudad) en medio de la escasez de víveres que padecen, porque tienen horror a los montaraces”. (San Martín a Posadas, 25 de Abril de 1814).

ENTORPECIENDO LA GLORIOSA EMPRESA

Mientras Pezuela se retiraba, por orden de Rondeau la Vanguardia del Ejército al mando de Martín Güemes se dirigió al Alto Perú. En esas circunstancias se produjo en Salta un suceso de gran importancia que exalta la altura moral de Güemes.

El coronel Martín Rodríguez, oficial del Ejército Auxiliar, había enviado a prisión a varios gauchos leales a Güemes, al parecer por rivalidad con el Cuerpo de Dragones a su mando. Rodríguez era hijo de argentinos, nativo de Buenos Aires, catorce años mayor que Güemes.

Al enterarse, Güemes le envió un oficio en el que defendía con gran firmeza y exigía respeto a sus hombres, además del inmediato cese de la hostilidad con que estaban siendo tratados.

Con sorprendente vehemencia escribe: “El es un hecho escandaloso, que no traerá otras consecuencias que el desorden y entorpecimiento de nuestra gloriosa empresa contra los enemigos de la libertad. En esta virtud espero que V.S. devuelva en el acto mismo los presos que ha hecho de mis gauchos al comandante don Pedro José de Zabala; lo mismo que al herido que reclamó para curarlo el sargento don Vicente Panana. Este es el modo de terminar las diferencias, porque de lo contrario estoy cierto tomará la cosa el mayor fermento, y yo no seré capaz de desentenderme de la justa defensa de estos héroes, que han sabido labrar un mérito sin igual. También advierto a V. S que si este hecho es trascendental a 200 gauchos, o más, que tengo en estas avanzadas, al frente, y en los puntos más arriesgados del enemigo, ocurrirá el mayor trastorno y sus resultados no será capaz V. S. de sanearlos o repararlos. En sustancia, absténgase V. S. de tener diferencias ni incomodar a los gauchos atendiendo a sus distinguidos servicios y meditando los acaecimientos que sobrevendrán de tenerlos inquietos y de incomodarlos, hasta tanto el señor general determine lo que estime conveniente, en vista del parte que con esta fecha le doy sobre el particular” (17 de setiembre de 1814).

Indignado, Martín Rodríguez le responde: “He recibido el oficio con fecha 17 del corriente con que U. con escándalo se ha atrevido a insultar a la Nación y a mi persona. En él no parece otro concepto sino el de abrigar los delitos de unos hombres que han aparejado en su entrada males entre los habitantes de un pueblo amigo y saqueado por los enemigos. El desafío que U. me hace con esa gente es para mí el mayor desprecio. Sé batirme con honor y ojalá no tuviera los sentimientos que me han animado siempre por la tranquilidad general que pronto se vería U. con su amenaza bien avergonzado. ¿Quién es U. señor comandante de gauchos, para apercibirme? ¿Quién el que ha atropellado, vulnerado los respetos de un regimiento de línea, y de lo que está practicando el gobierno, en fuerza del atentado que ha cometido el Pardo Panana? También advierto el poco decoro a las autoridades que están conociendo de los delitos que han perpetrado ésos héroes; y sobre los demás que U. significa en su citado oficio acerca de los riesgos que sufre la tropa de su mando, debo exponerle que son los que se hallan en las avanzadas, los cien dragones que están a las órdenes del benemérito sargento mayor graduado don Alejandro Heredia, con lo que queda contestado”
(18 de setiembre de 1814).

En sus palabras se advierte un doble menosprecio, hacia Güemes (“quién es usted señor comandante de gauchos, para apercibirme?”) y hacia los gauchos (“El desafío que U. me hace con esa gente es para mí el mayor desprecio) como así también la creencia de la superioridad del regimiento de línea que al parecer Rodríguez consideraba como el único que merecía ser respetado.

Este incidente tuvo serias consecuencias y provocó gran desagrado en el gobierno central que reclamó a Rondeau no haberlo informado pese a que Güemes y Rodríguez se cursaron Oficios. Rondeau era jefe de ambos.

LOS GAUCHOS DE GUEMES, GERMEN DE LA DISCORDIA

Posadas consideró que “la exaltación de ambos jefes por un suceso cuyo origen legítimo se ignora, y el espíritu de esta correspondencia amaga un rompimiento tan sensible como funesto al interés común de los pueblos; y habiendo llamado este incidente toda la atención de S. E., debe empeñar no menos la vigilancia de V. S. para sofocar en su raíz el germen de la discordia, sin permitir tome cuerpo la división para no ser envueltos en las desgracias que por iguales principios lamentamos hoy en la Banda Oriental”.

Posadas creía que era necesario debilitar la fuerza de gauchos que obraba con las tropas de línea sobre Salta y Jujuy alejando a quienes las habían conducido. Considerando que la permanencia en el ejército del entonces coronel Martín Güemes dificultaría la conciliación, sugirió a Rondeau que lo enviara a Buenos Aires bajo pretexto de una comisión importante sin dejar entrever que se desconfiaba de él.

La medida no se concretó pero como consecuencia del incidente Martín Güemes (que se encontraba desde fines de Octubre de 1814 con el mando militar del partido de Cinti y Tarija -hoy República de Bolivia- como comandante general de avanzadas). Fue separado del Ejército Auxiliar junto a sus milicias.

En febrero de 1815 Güemes fue reemplazado por Rodríguez y regresó a Salta quedando circunscrito a ella en su accionar.

Los Directores Supremos eran electos por dos años, pero el mandato de Gervasio Posadas sólo duró uno. En enero de 1815 fue reemplazado por Carlos María de Alvear que fue derrocado tres meses después.

EL REVES DE LA TRAMA


Apenas dos semanas después de comenzar a ejercer como Comandante de Vanguardia, Rodríguez fue tomado prisionero en El Tejar. Sobre lo que sucedió mientras Rodríguez se encontraba prisionero dice el Dr. Colmenares: “Parece que Rodríguez logró convencer a Pezuela de que tanto Rondeau como él reconocían a Fernando VII y que era seguro que toda América lo haría”.

En sus Memorias “De Güemes a Rosas” Miguel Otero dice: “Las tropas realistas lo condujeron hasta Cotagaita y se lo presentaron a Pezuela. Ambos acordaron reunir uno y otro ejército y venir hasta Córdoba, adonde concurriría otro ejército que debía salir de Chile por Mendoza, para reunidos venir sobre Buenos Aires a sofocar la revolución.

Bajo este plan Pezuela dio evasión a Rodríguez, quien figurando haberse escapado, vino a dar cuenta a Rondeau, que aún se hallaba en la quebrada de Jujuy, sin pasar la Cordillera, sin embargo de haber tenido tiempo de sobra, porque transcurrió un mes o más. Se ha dicho que esta fue una intriga de Rondeau y Rodríguez para engañar a Pezuela, pero siende más fuerte el ejército de éste ¡quién sabe el que hubiese engañado y perdido!”


Más adelante Otero expresa: “Mientras se daban estos pasos entre Rondeau, Rodríguez y Pezuela, Güemes cubría con las tropas de esa Provincia el frente y también el camino de la quebrada del Toro o del Despoblado. Sin conocimiento de tales maniobras, sólo impulsado por su patriotismo, hizo un movimiento rápido sobre la vanguardia del ejército real y la derrotó completamente en Puesto del Marqués, como ocho leguas más allá del Tejar, dando una nueva gloria a la Patria. Pezuela inmediatamente reconvino a Rondeau diciendole: cómo, después de estar comprometido a unirse con sus fuerzas al Ejército Real, le hacía derrotar su vanguardia? Rondeau se disculpó
con que Güemes había dado el golpe sin su orden ni conocimiento; y para satisfacerlo dio orden al Gral. Güemes para que entregase la División de Salta a Dn Martín Rodríguez. Güemes se negó diciéndole que ni el Gobierno de la Provincia de Salta ni sus tropas estaban bajo la autoridad de Rodríguez, que ni a éste ni al Gobierno de Buenos Aires le costaba un real la división de Salta; y que si sus servicios y triunfos sobre el enemigo no se habrían de apreciar y agradecer, según corresponde, con retirarse quedaba concluido el asunto; y se retiró a Salta con la división desde el mismo Puesto del Marqués.

He aquí el origen, la causa y la época de donde emanan las recriminaciones contra las milicias de Salta y contra el general Güemes que las encabezaba. Desde entonces se les empezó a calificar de montoneros, bandidos, caciques, caudillos, demagogos, perturbadores, ladrones, asesinos, prodigándoles
cuanta injuria y difamación pueda imaginarse con tal tenacidad que no se cansan aun hasta ahora, que van corridos más de cincuenta y seis años llegando al extremo de haberse estampado en la prensa de Buenos Aires que Güemes fue el primer cacique y caudillejo que se opuso a la Constitución sancionada por el Congreso el año 1826 siendo que hacían cinco años que Güemes había muerto por la Patria en sostén de la Independencia y en defensa de esos mismos que lo calumniaban y lo difaman con tanta injusticia como falsedad”,
expresa Otero.

Hasta aquí la primera parte del trabajo que trata sobre la particular relación que unió a Güemes y Rondeau de 1814 a 1815. La segunda parte se expondrá en el Boletín de Mayo.


II. PUBLICACIONES GUEMESIANAS

Cronología de las Invasiones Inglesas en el año del Bicentenario es un libro escrito por Jorge Virgilio Núñez y publicado por Editorial Milor en el año 2007. La obra contiene los hechos fundamentales conocidos hasta ahora y en forma detallada y desde el punto de vista documental, la participación del cadete Martín Miguel de Güemes en la invasión inglesa de los años 1806 y 1807.

Como consecuencia de su destacada participación, el prócer obtuvo reconocimientos que muchos estudiosos desconocen y que este libro expone exaltando la trayectoria del héroe.

Virgilio Núñez es también autor del libro “El Poncho Salteño” (Año 2006) y de otras publicaciones relacionadas con la historia de Salta y sus protagonistas. Correo electrónico: nunezdelcarlo@hotmail.com

1.817, Batalla del Valle de Lerma, de Jorge Sáenz, contiene esclarecedoras páginas de los sucesos registrados en el actual Norte de la Patria durante la invasión del Gral. José de la Serna. En ellas se destaca la grandeza militar y moral del Gral. Martín Güemes y se aprecia objetivamente porqué el Dr. Luis Oscar Colmenares sostenía que la expulsión de La Serna fue uno de los triunfos más importantes y brillantes de nuestra historia. “Sin embargo (lamentaba permanentemente Colmenares) cuando la República comenzó a conmemorar las victorias obtenidas sólo se acordó de la que duraron unas horas, como las batallas de San Martín en Chacabuco y Maipú y las de Belgrano en Tucumán y Salta, olvidándose de las que duraron meses, como la victoria sobre el mariscal de La Serna, el más importante de los triunfos patriotas en territorio argentino”.

El libro fue publicado por la Secretaría de Cultura de la Provincia de Salta.

III. ABANDERADAS DEL PATRIOTISMO

El 7 de marzo se estrenó en el Salón Auditorio de Radio Nacional el homenaje artístico-académico “ABANDERADAS DEL PATRIOTISMO” dedicado a la mujer que luchó por nuestra Independencia. El mismo fue organizado por el Instituto Güemesiano en Buenos Aires.

Fueron recordadas Carmen Puch de Güemes; Gertrudis Medeiros de Cornejo; Juana Moro de López; Juana Azurduy de Padilla; Magdalena Güemes de Tejada; María Loreto Sánchez Peón de Frías, Remedios Escalada de San Martín, entre otras.

Fue transmitido en directo por Radio Nacional Folklórica y en diferido por radio difusión argentina al exterior. Previamente se difundió, en dos emisiones, un reportaje en el que la Prof. M Cristina Fernández caracterizó el homenaje.

Pusieron su arte al servicio de la evocación Carlos Flores (en Sajra Runas y Juana Azurduy); Luis de la Peña (en Guadalquivir y Verde romero); Noelia Quintana (en La Juana Moro y La muerte del angelito); Payita Solá (Coplas de baguala); Terucha y Payito Solá (en La Heroica); Pablo Achával y Raúl Gonzalez (en La Capitana mendiga). Las coreografías fueron realizadas por Beatriz y Rubén Herebia (Serenata a Macacha, de Jaime Dávalos) y Marta y Quique Fernández (Criollita Santiagueña de Yupanqui y Chazarreta).


El sentir la Patria integró esfuerzos haciendo realidad un precioso sueño. El guión e investigación histórica fueron realizados por la Prof. María Cristina Fernández, quien compartió la locución con Pablo Pérez.

IV. TALLER DE HISTORIA ARGENTINA

El Instituto Nacional Belgraniano invita a participar en el Taller de Historia Argentina que se desarrollará en la Secretaría de Cultura de la Presidencia de la Nación, Sala Miguel Cané, Avenida Alvear 1690, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El Taller consta de dos módulos de diez encuentros cada uno. A partir del 30 de Abril se desarrollará cada miércoles, de 15.00 a 17.00 horas, el primer Módulo titulado: 1776-1820 Del Estado Hispano-colonial al Estado Hispano-criollo. El segundo se concretará en el 2009.

El Taller forma parte del Plan de Capacitación con créditos asignados por INAP. Está dirigido a funcionarios y agentes que cumplan tareas en Museos Nacionales, Históricos y en Institutos Nacionales y de Investigaciones Históricas y público en general. Estará a cargo del Lic. Matías Dib.

Informes: institutonacional@manuelbelgrano.gov.ar, Tel: 4775-1550


V. PALABRAS FINALES

Mientras Salta festeja sus 426 años, pienso lo que pasaba en los aniversarios que vivió durante la Gesta Güemesiana. En 1814, por ejemplo, cumplió 222 años estando invadida por Joaquín de la Pezuela. Qué distintos momentos, qué vivencias en cada uno de ellos. Y qué heroísmo el de sus habitantes que desde Mayo de 1810 y por once largos años no tuvieron aniversarios de fundación, fiestas del Milagro, Navidades ni Años Nuevos en paz.

Hoy que festejamos, justo sería recordar a nuestros antepasados con gratitud.

Un fraterno abrazo.

Prof. María Cristina Fernández
Instituto Güemesiano
macacha@infovia.com.ar
Tel: 011 4306 9720

miércoles, 9 de abril de 2008

TEATRO con entrada LIBRE y GRATUITA

jueves, 27 de marzo de 2008

VIº Congreso Argentino de Americanistas


jueves, 6 de marzo de 2008

Boletín Güemesiano Marzo 2008


BOLETIN GUEMESIANO Nº 95
MARZO DE 2008
PRESENTACION

En el mes de febrero se evocó con diversos actos el natalicio del Gral. Martín Güemes. En el presente Boletín se reseñan algunos, poniendo a consideración del lector párrafos pronunciados en la ocasión y en especial la Homilía de Monseñor Dante Bernacki. Esta Homilía conforma un precioso resumen de la espiritualidad del héroe y es una lección de moral católica para quienes respetan y valoran el glorioso y épico cimiento de nuestra Patria. En ella y en las palabras del Dr. Martín Villagrán advertimos varias coincidencias en las virtudes de Güemes y Belgrano.

I. HOMILIA DE MONSEÑOR DANTE BERNACKI
II. ACTO ACADEMICO EN EL INSTITUTO GUEMESIANO, SEDE CENTRAL
III. ACTO OFICIAL
IV. FESTEJO EN BUENOS AIRES
V. CONMEMORACION DE LA BATALLA DE SALTA EN CAPITAL
VI. AGENDA GUEMESIANA
VII. PALABRAS FINALES

I. HOMILIA DE MONSEÑOR DANTE BERNACKI

Al conmemorarse el 232 aniversario del natalicio del Gral. Güemes, el Vicario General de la Arquidiócesis de Salta, Monseñor Dante Bernacki expresó:

“El día 8 de febrero de 2008, celebramos un nuevo aniversario del Nacimiento de Don Martín Miguel Juan de la Mata Güemes. Muchas veces nos preguntamos, por qué de nuestros héroes celebramos el día de su partida y no el de su nacimiento, y es que la muerte pone sobre la vida de una persona el sello definitivo de autenticidad y a la vez inmortaliza su testimonio. Su muerte gloriosa, da sentido pleno a su nacimiento y legitima toda su existencia.La vida cristiana, florece en las virtudes teologales que son la fe, la esperanza y la caridad. La fe nos abre al misterio de Dios e ilumina el camino de la existencia.

La esperanza nos lleva a confiar en las promesas de Dios y enlos medios para alcanzarlas. La caridad se expresa en el amor a Dios y al prójimo. En realidad, la vivencia de estas virtudes, se las puede palpar en la vida de alguien que es coherente con lo que cree. A la luz de esto descubrimos:

Las actitudes de Güemes, fueron precisamente las de un hombre de fe. Como salteños nos identificamos con la devoción secular del Señor y la Virgen del Milagro: cabe imaginar a Don Martín Miguel postrándose ante las mismas imágenes que contemplamos hoy, con su fe profunda y viril. Como prenda de su fe, la imagen del Cristo Crucificado ostenta el escapulario personal del General, como uniendo en una misma realidad la esencia misma de la salteñidad: en su fe y en su historia.

La fe en Dios, "fuente de toda razón y justicia" es para un cristiano verdadero, fundamento para creer en la verdadera libertad, que es la base de toda soberanía. Güemes creyó en la libertad, porque creyó en Dios. Guemes fue un hombre de esperanza. Las promesas de Dios son las de la plenitud eterna, que comienza con nuestra vida en la tierra. No podemos pretender esa plenitud, sin la lucha concreta por los valores que le dan sentido a nuestra existencia humana.

Güemes esperó en la promesas de Dios, por eso, esperó también en la independencia de nuestra Patria y sembró la semilla de ideales y valores esencialmente cristianos que llevaron a construir la identidad nacional. No optó por una vida cómoda, sino que lo sacrificó todo en aras de la liberación como un proyecto trascendente y continental. A pesar de los titubeos humanos del centralismo porteño, que se mostraban en debilidades frente al avance realista, mezclado con ambiciones, el héroe gaucho jamás se desanimó, aún cuando humanamente, la causa de liberación a veces parecía imposible.

Cuando los realistas le ofrecieron un médico a cambio de renunciar a la causa de la Patria, prefirió entregar su vida, antes que negar sus convicciones. Esto sólo podemos entenderlo en el corazón de un hombre con una esperanza incondicional en quien dirige los destinos de los pueblos y de la historia, el mismo Dios.

Don Martín Miguel, vivió profundamente la caridad, como amor a Dios y amor al prójimo. Entendemos su muerte martirial como un sacrificio por la independencia de su pueblo. Porque amó a Dios, nos dio testimonio del amor por su Patria, que es un modo concreto de vivir el cuarto mandamiento: Honrar padre y madre.

Por eso su valor y entrega calaron hondo en los corazones de los suyos. Amó a sus gauchos, y se hizo querer por ellos, por eso su liderazgo natural, brotaba de su ser hombre de bien, con un amor cristiano y sincero por los suyos. Se acercó a sus valientes hombres, pero jamás acudió a la demagogia, pues a los que les seguían les exigió constancia, amor y sacrificio. Cuando sus adversarios quisieron comprar la voluntad del pueblo contra él, bastó su palabra enfervorizada para enamorar a sus gauchos de la causa por la Patria,deponiendo posturas mezquinas.

Aún en medio de las incomprensiones, supo luchar por su pueblo. Fue servidor de los pobres y desvalidos: nadie que tuviera necesidad, habiéndose acercado a él quedó desatendido. Se alegró con las victorias de su pueblo, y se dolió en los momentos de zozobra.

Nunca ejerció violencia sobre los prisioneros, y supo perdonar aún las más grandes traiciones. No buscó humillar al enemigo, sino que siempre respetó su dignidad.

Don Martín Miguel, murió heroicamente por amor a Dios y a su Patria, porque vivió heroicamente ese mismo amor. Partió hacia la eternidad con su alma totalmente preparada y en gracia para su encuentro con el Creador. Su identidad, está marcada por el amor a Dios, la Patria y la Familia.

Creo que los dos primeros amores, quedan patentizados en lo que hemos comentado.

Su amor a la familia, se mostró en la vida matrimonial. La entrega por los suyos y su preocupación por Doña Carmencita Puch y sus hijos, quedan como un surco de amor y de cariño totalmente entregados, que culminaron en el apasionamiento de una mujer que llorando la muerte del marido, no tuvo consuelo para seguir viviendo, y murió como dijo Don Martín: "su mujer moriría de su misma muerte". La pasión de Juana Manuela Gorriti al rememorar en sus obras estos hechos, evidencian una historia que trasciende todo romanticismo superficial, hacia un amor con visos de eternidad.

Su vida fue fidelidad a Dios y a la causa de la Patria, por eso, la entregó en el marco de esta fidelidad. Más fácil para él hubiese sido quedarse cómodamente en casa y con su familia. Renunció a todo esto, para legarnos una patria libre.

Toda la existencia de este gran hombre salteño, fue una lucha permanente por la libertad, y fue herido en medio de esta lucha por una bala traidora. Murió don Martín Miguel, no sin antes depositar la herencia liberadora en los gauchos que lo seguían.

El general Güemes nos dio un testimonio de valentía, en sus días, la cobardía no tuvo lugar. Y es en la entrega valiente que hoy se agiganta su figura para animarnos a continuar la lid soberana sin bajar los brazos.

Don Martín Miguel supo de la vivencia de las virtudes humanas. La prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza brillaron en sus obras, por tanto no tenemos que descreer hoy precisamente de esto, pues la sociedad entera peligra si como ciudadanos dejamos de lado el referente de estas virtudes.

En fin, de mediocridades, no encontramos nada en él. Su testamento fue el de una vida íntegra y consecuente con los valores e ideales que supo vivir con un heroísmo sólo comparable con el de los más grandes héroes de nuestra Patria y del mundo.

Para él "Patria" no fue una abstracción, sino esta tierra querida, con sus tradiciones palpitantes y con el ansia de una libertad que le da sentido y plenitud a nuestra pequeñas o grandes obras. Quienes entienden este mensaje viven la tradición no como una pieza de museo inmóvil, sino como el impulso viviente de un pueblo que quiere seguir construyendo partiendo de su identidad patriótica.

Güemes es un modelo de vida a seguir. Se fue de esta tierra con las manos llenas de amor y de entrega, por eso lo celebramos hoy. En fin, tiñó su rojo poncho, con la púrpura de su sangre, para engendrar desde la tierra salteña la soberanía de la Patria grande nacional.

Guemes nos llama al compromiso por los ideales y valores patrióticos.
Recordando las palabras de Is. 58,1-9, especialmente al final del texto dice: "Este es el ayuno que yo amor –oráculo del Señor- soltar las cadenas injustas, desatar los lazos del yugo, dejar en libertad a los oprimidos y romper todos los yugos; compartir tu pan con el hambriento y albergar a los pobres sin techo; cubrir al que veas desnudo y no despreocuparte de tu propia carne (de tu prójimo)…"

Este ideal que tiene cumplimiento en la persona de Cristo, lo vemos plasmado en la vida y obra de nuestro "Héroe Gaucho". Su testimonio dignificó y elevó la dignidad de los habitantes de este suelo, de tal manera que la figura del gaucho, tan peyorativamente considerada en aquellos tiempos, comenzó a tener la esencia de la nobleza que caracteriza hoy su identidad.

Ser Gaucho de Güemes, implica identidad y compromiso: vivir los valores de la fe, la esperanza y la caridad, que nos mostró Don Martín Miguel, canalizados en el amor a Dios, a la Patria y a la Familia. Pero esto es imposible sin el fundamento concreto de las virtudes humanas: prudencia, justicia, fortaleza y templanza.

"No se puede ser 'gaucho de ocasión', sino vivir este ideal con verdadera pasión", es decir "no podemos contentarnos con 'parecer gauchos', sino que tenemos que 'serlo', plasmando esta identidad a lo largo de la existencia".


El mundo de hoy, y nuestra Argentina, necesitan de verdaderos testimonios de vida. Ante la banalidad y la tibieza de nuestros tiempos, el gaucho salteño, siguiendo los pasos de Güemes, se elevan como un ideal de vida a profundizar con la esperanza de construir en la verdadera soberanía, este país que todos lo queremos ver con la frente alta en el conjunto de las naciones de la tierra, de cara al 2010, bicentenario de la Revolución de Mayo”.

II. ACTO ACADEMICO EN EL INSTITUTO GUEMESIANO, SEDE CENTRAL

El 8 de Febrero a las 19.00 se realizó en España 730 el acto académico por el Aniversario del Natalicio del prócer. En la oportunidad disertaron la Prof. Margarita González sobre el tema: “Don Eustaquio Méndez y la Guerra Gaucha” y el Lic. Jorge Sáenz sobre “La Guerra por la Independencia en el Norte Provincial”.

Entre los numerosos asistentes al acto se destaca la presencia de integrantes de la Escuela Tradicionalista “Los Infernales de Güemes” de la localidad bonaerense de Adolfo Sordeaux. Los jóvenes visitaron Salta con el anhelo de conocer lugares e instituciones relacionados con la historia del Gral. Güemes.

III. ACTO OFICIAL

El acto oficial por el aniversario del nacimiento del héroe salteño se realizó en la localidad de General Güemes. Allí el Gobernador de la Provincia de Salta Dr. Juan Manuel Urtubey, expresó:

“En esta tierra, el joven Martín, pasó su infancia y adolescencia, antes de encarar su responsabilidad histórica. Fue aquí, en El Bordo de las Lanzas, en El Paraíso, o en El Sauce, campos ligados a su madre, a Doña Magdalena de Goyechea y la Corte, donde el cordón umbilical de la madre tierra, lo ató para siempre a su pueblo. Cada rincón de estos lugares quedó gravado en su corazón. Cada paisaje de esta tierra, lo llevó para siempre en su mirada.

Por eso estamos aquí, junto a Uds. para abrazarnos a la tradición nacional, a la voluntad de ser libres e independientes que nos legara el Gral. Martín Miguel de Güemes”.

“No estaríamos exagerando si dijéramos que Salta y Jujuy, el Norte Argentino, merecen un fondo de reparación histórica, por el sacrificio elevado al altar de la Patria, en los tiempos de la tierra en armas contra el invasor. Hoy, otros invasores azotan nuestro pueblo, inundaciones, epidemias, incomunicación, inseguridad, falta de industrias, el narcotráfico. Estamos dispuestos a enfrentarlos, tal como realizara el pueblo salto-jujeño ante los ejércitos realistas”.

El señor Gobernador finalizó expresando su decisión de festejar cada año el cumpleaños del prócer en la Ciudad de Gral. Güemes.

Del discurso se rescata lo expresado en cuanto al compromiso de:

- Proteger propiedades de gran valor histórico como la de El Sauce que se encuentran en proceso de grave deterioro. En lo que queda de dicha casa se colocó ese 8 de febrero una placa con una interesante síntesis de la vida del Gral. Güemes. En proximidades de El Sauce se encuentra la Finca “El Bordo de las Lanzas” en la que también transcurriera la infancia del héroe. Esta Finca fue presentada en el Boletín Güemesiano Digital Nº 8 a través del diálogo con su propietario, el Dr. Darío Arias.

- Fomentar el conocimiento del Fuerte de Cobos, donde el Director Supremo de las Provincias Unidas de Suramérica Brigadier Mayor Juan Martín de Pueyrredón encomendara al Gobernador Intendente de Salta Cnel. Martín Güemes, la protección de las provincias argentinas, misión que cumpliera hasta su muerte.

- Señalar los 159 combates librados en territorio salto jujeño entre 1814 y 1821.

Se anhela que estos objetivos se cumplan en breve.

IV. FESTEJO EN BUENOS AIRES

El 8 de febrero el Instituto Güemesiano evocó por primera vez en Buenos Aires el natalicio del prócer. La emotiva ceremonia se realizó en forma conjunta con la Asociación Amigos de Plaza Güemes (en Palermo) y el Centro de Gestión Comunal Nº 14.

En la oportunidad la Prof. M Cristina Fernández expresó:

"Cuando Martín Miguel Juan de Mata Güemes nació, aquel 8 de febrero de 1785, en la Intendencia de Salta del Tucumán, no sabía cuánto iba a significar para la Patria.

Ese niño que doña María Magdalena de Goyechea y La Corte, jujeña, mecía bajo la mirada atenta del Tesorero de las Reales Cajas, el español Gabriel de Güemes Montero, ocultaba en su tibio cuerpo una infinita grandeza.

Nadie preveía que 223 años después, llenos de entusiasmo, respeto y afectos, habría tanta gente recordándolo, menos aún en una Plaza de Palermo, en la Ciudad de Buenos Aires.

Quién hubiera dicho que la Bandera de su suelo natal haría perdurable su gesta a través de sus colores y atributos. Que se erigirían barrios, escuelas, calles, avenidas, sanatorios, aeropuertos con su nombre. Que tendría monumentos y bustos de Norte a Sur de la Patria, de Este a Oeste, en plazas y parques públicos y en la mayoría de las Unidades de Gendarmería Nacional, fuerza de la que es Patrono, en todo el país. Aunque también hay bustos suyos en Bolivia y en la propia España.

Nadie pudo pensar entonces que cada 16 de Junio, en un homenaje único, se encenderían fogones en varios lugares para recordar la última noche de su vida. Que se realizarían marchas a caballo en su homenaje, como la protagonizada por gauchos como Carlos Oropeza que al inaugurarse su Monumento en Pampa y Figueroa Alcorta marchó a caballo desde Salta, casi 1700 Km!.
Y que más recientemente otro gaucho salteño, Miguel Zabala, junto a otros compatriotas cabalgaría 380 km llevando la Bandera de Salta a rendirle homenaje a su amigo y camarada, el Gral. José de San Martín en San Lorenzo, Provincia de Santa Fe.

Cómo saber que un Instituto estudiaría su vida y la trasmitiría incansablemente en miles de páginas sobre la gesta independentista y sorprendente que encabezó. Sólo un hombre con fortaleza e integridad patriótica inclaudicable pudo concretar el milagro de impedir que Ejércitos invasores bien equipados llegaran a Buenos Aires y recuperaran el poder virreynal.

Nada de eso podía preverse aquél 8 de febrero. Pero ocurrió. Por eso en la Plaza que lleva su nombre –donde fuera colocada la piedra inaugural del Monumento que finalmente se erigiría en otro predio- autoridades de la Provincia de Salta, de las Fuerzas Armadas y de Seguridad, representantes de instituciones civiles y vecinos, se unieron al Instituto Güemesiano, la Asociación Amigos de Plaza Güemes y el Centro de Gestión y Participación Comunal Nº 14 para celebrar que un hombre de la talla de éste Prócer viniera al mundo y, sobre todo, que fuera Argentino.

Por su Patriotismo, por su altura moral, por su digno ejemplo este 8 de febrero fuimos –agradecidos- a cantarle el feliz cumpleaños, general. Y a dejarle nuestro cálido abrazo”, expresó la Prof. Fernández que se dirigió al público acompañada por el gauchito Marquitos Torres, de 4 años.

V. CONMEMORACION DE LA BATALLA DE SALTA EN CAPITAL

Como cada año, se conmemoró en Buenos Aires un nuevo aniversario de la victoria de las armas patriotas el 20 de febrero de 1813. En la oportunidad, el Dr. Martín Villagrán San Millán invitó a los presentes a situarse en la Ciudad de Salta con estas palabras:

“Caminamos por la avenida Sarmiento hacia el norte; hacia los cuarteles de la guarnición militar. Llegando a aquellos, se eleva un monumento que refleja el mejor gusto de su época, principios del siglo XX, mediante el cual el pueblo argentino quiso honrar a los vencedores en Salta y a su general. Tiene una gran base rectangular cuyas escaleras dan acceso a un corredor que lo circunda en cuyas paredes se insertan sendas placas de bronce con motivos que expresan:

1. Formación del Ejército del General Manuel Belgrano en el Río Las Piedras, en 1813 donde el año anterior se había librado batalla. La leyenda diría:


“La sangre de los que murieron aquí ha sido vengada en Tucumán y la de los que han muerto allí será vengada en Salta''.

2. El Juramento de la Bandera sobre las márgenes del Río Pasaje, con la leyenda: “Este será el color de la nueva divisa con que marcharán a la lid los nuevos campeones de la Patria''.

3. La capitulación del Gran Tristán, copia del cuadro existente en la Legislatura, con la leyenda: “Capitulación del General Pío Tristán, en Castañares el 20 de Febrero de 1813''.

Sobre estas placas, en los ángulos, se levantan las figuras del General Manuel Belgrano, del Mayor General Eustaquio Díaz Vélez, del teniente Coronel Cornelio Zelaya y del Comandante Manuel Dorrego. Luego el monumento se eleva en granito rojo traído de la quebrada de Escoipe para rematarse con la figura de la libertad. Todo esto visible a simple vista.

Lo que no siempre se advierte son las leyendas que obran en las esquinas del monumento, al pié de las citadas placas, en el corredor. En cada uno de los vértices se imprimieron a buril las palabras que refieren, respectivamente, las virtudes cardinales: Fortaleza, Templanza, Justicia y Prudencia.

Algunos ejemplos de la aplicación de aquellas virtudes en la intensa vida de Belgrano. Si convenimos en conceptualizar a la justicia como el conjunto de reglas y normas que establecen un marco adecuado para las relaciones entre personas e instituciones, autorizando, prohibiendo y permitiendo acciones específicas en la interacción de individuos e instituciones, entonces: Justicia fue castigar el Motín de las Trenzas. Y ciertamente que el castigo estuvo de acuerdo a la falta. Pero también es cierto que la pena, que comprendía la pérdida del Nº 1 por el 5 al regimiento del que era coronel, fue luego morigerada por él mismo restituyéndole número y primacía. Porque, señores, bien claro tenía Belgrano que justicia sin misericordia, es venganza; y la venganza solo anida en la abyección.

Justicia es el reconocimiento que hace del protagonismo de todos cuantos intervinieron en las victorias de Tucumán y Salta. Ni qué decir en nuestro abono si en particular traemos el recuerdo del último párrafo del parte detallado de la Batalla de Tucumán e la que con singular humildad, Belgrano, pone todo el mérito del éxito de la misma en soldados, milicias y pueblo señalando que él mismo solamente había dado la orden de atacar.

Para la ética católica, la prudencia dispone la razón a discernir, en cada circunstancia, el verdadero bien y a elegir los medios adecuados para realizarlo. Es guía de las demás virtudes, indicándoles su regla y medida.

Prudente fue detenerse en Tucumán para dar batalla. Prudente escuchar la voz de los emigrados de Cochabamba, Tarija, Salta y Jujuy y los vecinos de Tucumán. Prudente fue no perseguir a Tristán con lo que quedaba luego de Tucumán sino hacerlo cuando se estaba en condiciones de dar batalla campal y en debida forma. Prudente fue no pasar a degüello o extrañar a los vencidos en Salta, sino juramentarlos.

En la doctrina cristiana, la fortaleza es la virtud cardinal que consiste en vencer el temor y huir de la temeridad. La fortaleza asegura la firmeza en las dificultades y la constancia en la búsqueda del bien, llegando incluso a la capacidad de aceptar el eventual sacrificio de la propia vida por una causa justa.

Fortaleza fue dar batalla en Salta sobreponiéndose a la enfermedad. Fortaleza fue lo que le asistió en Vilcapugio donde transformada en derrota la victoria que tenía en sus manos, desmonta, en un cerro fija su posición, toma la bandera y ordena tocar llamada. Se le reúnen 200 hombres y una pieza de artillería, tres horas se mantienen en su posición los gloriosos derrotados pero no vencidos.

Se le escucha a Belgrano gritar: hemos perdido la batalla después de tanto pelear. ¡No importa! aún flamea en nuestras manos la bandera de la patria.

Pero Fortaleza, lo que se dice fortaleza como virtud cardinal fue Ayohuma. Allí la derrota le mostró a Belgrano su faz más torva. Pero ni aún en tales momentos de amargura, la fortaleza lo abandona a nuestro general. Ordena a su ayudante mande formar a los que quedaban junto a él para el rezo del santo rosario. Estupefacto, seguramente, el oficial tarda en reaccionar ante esta orden sin duda insólita en tales circunstancias. Se reitera –esta vez con toda la energía del comandante-; ¡El Rosario! ¡El Rosario he dicho! Es la hora del Rosario. Capitán, mande usted formar cuadro en la forma de costumbre.

Templanza, para la doctrina cristiana, es la virtud moral que modera la atracción de los placeres y procura el equilibrio en el uso de los bienes creados. Asegura el dominio de la voluntad sobre los instintos y mantiene los deseos en los límites de la honestidad. La persona moderada orienta hacia el bien sus apetitos sensibles, guarda una sana discreción y no se deja arrastrar ‘para seguir la pasión de su corazón’

Todos sabemos que luego de la victoria de Salta, la Asamblea decretó premiar a Belgrano con un sable de honor y un premio de $40.000 en fincas del Estado. Todos sabemos, asimismo, de su decisión sobre la aplicación de aquellos fondos a la creación de escuelas en Santiago del Estero, Tucumán, Jujuy y Tarija. Lo que no siempre se recuerda es la motivación, los considerandos de esa decisión los cuales debieran estar grabados a la entrada de todos los edificios públicos y dice así:

“…nada hay más despreciable para el hombre de bien, para el verdadero patriota que merece la confianza de sus conciudadanos en el manejo de los negocios públicos que el dinero o las riquezas, que éstas son un escollo a la virtud, y que adjudicadas en premio, no sólo son capaces de excitar la avaricia de los demás, haciendo que por principal objeto de sus acciones subroguen bienestar particular al interés público, sino que también parecen dirigirse a lisonjear una pasión seguramente abominable en el agraciado…”

Sabemos que en estos tiempos más que nunca se torna imprescindible que el testimonio histórico se transmita sin beneficio de inventario, pero resaltando aquellos valores permanentes, intemporales, que se encarnaran en forma superlativa en el doctor y general Belgrano; porque es evidente que él hizo de su propia vida el texto en que bueno resulta nos eduquemos los argentinos.

Porque: es olvidando errores como estos se reiteran; pero es recordando a los virtuosos como se propende a la virtud”, expresó el Dr. Villagrán.

VI. AGENDA GUEMESIANA FEBRERO DE 2008

Durante el mes de Febrero la Prof. M Cristina Fernández desarrolló las siguientes actividades:

8 de Febrero: Organizó en Plaza Güemes, conjuntamente con la Asociación Amigos de Plaza Güemes y el CGP Nº 14 el acto evocativo del natalicio del Gral. Martín Güemes, con importante afluencia de autoridades, representantes y público. Ofrendaron su arte al héroe los Poetas Narciso Ledesma (salteño) y Carlos Staffa Morris (porteño). Posteriormente se desarrolló en el salón de la Parroquia de Guadalupe un Diálogo Güemesiano en el que la Prof. Fernández expuso sobre las imágenes del héroe y respondió preguntas sobre distintos aspectos de la gesta que encabezara.

18 y 19 Feb: Asistió al Primer Encuentro de Comisiones Bicentenarias del NOA y Sur de Bolivia realizado en Metán (Prov. de Salta). Durante el mismo expuso sobre el tema “Manifiesto Gaucho” sobre el que luego dialogó con los representantes de Tucumán. El día 19 se constituyó la Comisión de Integración Regional de la Mujer del NOA y Sur de Bolivia de la cual la Delegación “Buenos Aires” del Instituto Güemesiano forma parte. Acto seguido se firmó en la Hacienda de Yatasto (Casa Histórica) la Declaración de Yatasto.

20 de Febrero: Asistió a los actos centrales evocando la Batalla de Salta.

A estas actividades se suman las desarrolladas por el Socio de la Delegación Cte. Gral (R) Pablo Pérez quien disertó sobre la Gesta Güemesiana los días 8 de Febrero (en Resistencia, Chaco) y 20 de Febrero (en Jesús María, Córdoba) ante importantes auditorios.

VII. PALABRAS FINALES

El 8 de Enero de 2008 fue constituida en Salta la Comisión Provincial "Década Bicentenaria 2006-2016" con la presidencia honoraria del señor Gobernador. Su constitución era necesaria dado que ya funcionan en otras Provincias Comisiones similares y Salta, como hito de nuestra Independencia, no puede ser ajena a lo que a nivel Nacional se planifica para evocar los distintos sucesos de la citada década.

La Comisión organizó varias actividades de proyección comunitaria entre las que se destacan la realizada el 20 de Enero en la Histórica Casa de Yatasto evocando el Primer Encuentro de los Generales San Martín y Belgrano. El 8 de febrero celebró el Natalicio del Gral. Martín Miguel de Güemes en el Depto. Gral. Güemes. El 18 y 19 de Febrero concretó el Primer Encuentro de Comisiones Bicentenarias del NOA y Sur de Bolivia en la Ciudad de San José de Metán, preparatoria del IV Encuentro Interprovincial de Comisiones de la Década Bicentenaria a realizarse en el transcurso del corriente año.

Esta Delegación Güemesiana participó en agosto del año 2007 del tercer Encuentro, desarrollado en Jujuy en el que se trataron y propusieron importantes temas. También participa en convocatorias de instituciones sin respaldo político ni económico (como la propia Delegación, con las consecuentes limitaciones) como la Asociación Civil Principios, Identidad, Cultura y Educación. Es una forma de integrarse y que el peso de la soledad no sepulte ideales.


Un fraterno abrazo.

Prof. María Cristina Fernández
Instituto Güemesiano
macacha@infovia.com.ar
Tel: 011 4306 9720

Información Homenaje a Brown

151º ANIVERSARIO DEL FALLECIMIENTO DEL
ALMIRANTE GUILLERMO BROWN

Argentinos e irlandeses recordaron al Almirante Brown en Adrogué



En el marco de las celebraciones del 151º aniversario del fallecimiento del Almirante Guillermo Brown, el pasado 3 de marzo se colocó una ofrenda floral al pié del monumento que recuerda la figura del Padre de la Patria en el Mar, frente a la Casa Municipal de Almirante Brown.

El acto, presidido por el intendente del partido de Almirante Brown, Darío Giustozzi, contó con la participación de una delegación de Irlanda (país natal del héroe naval), el gobernador del Condado de Mayo, Seamus Weir; la embajadora irlandesa en nuestro país, Philomena Murnaghan; el presidente del Instituto Nacional Browniano, Capitán de Navío (RE) Jorge Bergallo; miembros de la filial local de este Instituto y miembros de la Asociación Católica Irlandesa

jueves, 28 de febrero de 2008

HOMENAJE AL "ALTE. GUILLERMO BROWN"


jueves, 21 de febrero de 2008

60º Aniversario del Instituto Nacional Browniano


miércoles, 6 de febrero de 2008

NO RECOMENDADO como BIBLIOGRAFIA A NIVEL ESCOLAR


La Comisiónde EstudiosHistóricos
NO RECOMIENDA
la difusiónde este texto
como bibliografía
a nivel escolar.



“Bouchard, el corsario de la patria” por Felipe Pigna.

La comisión de Estudios Históricos ha analizado el texto de “Bouchard, el corsario de la patria”, de Felipe Pigna; considera que deben señalarse los siguientes errores históricos y pone al alcance de los interesados la bibliografía correspondiente.

1.- El reglamento español de Corso de 1801, no fue un “mamotreto” como escribe Pigna, sino “una completa legislación de larga aplicación en el Plata a partir de mayo de 1810” – Ver Rodríguez – Arguindeguy: El corso rioplatense, página 53.
2.- El hermano de Guillermo Brown, integrante de la expedición corsaria al Pacífico, se llamaba Miguel y no Luis como figura en dos oportunidades en el texto, lo que no es error de imprenta sino del autor.

3.- Felipe Pigna menciona al duque de Florida Blanca como Gobernador de Guayaquil y a su sobrina, la condesa de Camargo, ambos prisioneros en la fragata “Consecuencia”, nombres que no figuran en la Bibliografía responsable. En “Guillermo Brown. Apostillas a su vida” y en “El Corso rioplatense” de P. Arguindeguy y H. Rodríguez, páginas 111 y 177 respectivamente, leemos la lista de prisioneros de la fragata “Consecuencia”: (...) se hallan a bordo actualmente de la fragata Comandante nombrada el Hércules: Señor Brigadier D. Manuel de Mendiburu, Señor D. León Altolaguirre de la Orden de Carlos III, Intendente de Provincia y Contador Mayor del Real Tribunal de Cuentas de Lima; Señor D. Andrés Ximenes, juez subdelegado de la Provincia de Jauja; Señor José Antonio Navarrete, Diputado que fue en Cortes de la Provincia de Piura y hoy electo Fiscal de la Real Audiencia de Chile; Señor D. Francisco Iriarte, Teniente Coronel del Real Cuerpo de Ingenieros, destinado al Virreinatos del Perú, Manuel de Mendiburu era el Gobernador designado para Guayaquil. En ninguno de los textos se lo menciona como duque de Florida Blanca y menos aún figura la condesa de Camargo entre los prisioneros.

4.- Guillermo Brown no usó el pabellón nacional como poncho o chalina como se observa en los dibujos del libro sino que, como leemos en las “Memorias del Almirante Brown”, publicación de la Comisión Nacional de Homenaje al Almirante Brown en el centenario de su muerte, habiendo perdido todo la ropa en el saqueo, el comodoro Brown se vio obligado, para ir a tierra, a envolverse, nada menos que en el pabellón patriota que encontró en cubierta” – página 52.

5.- En cuanto el trato que recibió Brown, al que el dibujante representa en una celda, sentado en el suelo, leemos en su “Memoria” escrita en 3° persona, “Desde la playa donde el gobernador permanecía a caballo (...) fue conducido a la guardia por algunos oficiales de confianza y principales habitantes de la ciudad. Inmediatamente se le remitieron ropas y el Gobernador le invitó a comer. La calma que desplegó ante tal revés de fortuna, le mereció el respeto de todos los que se hallaban allí reunidos, así como la temeraria intrepidez que demostrara muy poco antes, había excitado su admiración, sobre todo la del Gobernador y del Obispo, quienes lo cumplimentaron de la manera más honrosa”, página 52.

En cuanto a los demás prisioneros, dice el Almirante: “Los oficiales y tripulación restantes fueron confinados con menos restricciones y el pueblo, al conversar con los prisioneros, se dio cuenta de la naturaleza de la revolución y del objeto de la expedición y deploró sobremanera haber cooperado en la defensa de la ciudad.” Página 53.

6.- Pigna describe un ataque demoledor a la ciudad por Bouchard y su tripulación quienes, por las armas, obligan a las autoridades, tras someterlas en la residencia oficial, a liberar a los prisioneros y especialmente, al Almirante Brown. La documentación histórica establece, sin dar lugar a dudas, que esa liberación se logró por tratativas entre Miguel Brown y Vasco Pascual.

Leemos en la “Memoria” del Almirante Brown: “Tan pronto como la pérdida del “Trinidad” se supo en la escuadrilla que estaba todavía en La Puna, la Hércules que había quedado al mando del capitán Miguel Brown y el Halcón zarparon y procedieron a remontar el río, resueltos a destruir la ciudad, si su jefe y compañeros de armas no eran tratados como prisioneros de guerra. Antes de que ellos estuvieran a la vista, el Gobernador despachó un parlamento proponiendo canje de prisioneros con tal de que retrocedieran a determinado punto. Esta propuesta se debió, evidentemente, al temor de que se alzaran los criollos y la negociación terminó en un intercambio de prisioneros a satisfacción de ambas partes”. Página 52.

En la carta de Guillermo Brown a su hermano Miguel y a Walter Chitty leemos: “Queridos Walter y Miguel: me hallo prisionero sin lesión en mi persona. El Gobernador es un hombre de un espíritu amable y militar. Ustedes no tratarán de subir; antes al contrario se retirarán. Yo he propuesto desechar a todos los prisioneros en tierra si me dan libertad pero temo no lograrlo. Yo he dicho que ustedes no se quedarán más que dos o tres días y que seguirán con sus prisioneros a Buenos Aires abandonándome a mi suerte (...). Página 111.

7.- Lenguaje inadecuado en un texto que pretende ser escrito para escolares. Nuestro idioma posee un riquísimo material sin necesidad de utilizar expresiones procaces que desvirtúan la finalidad educativa de la obra.

8.- Tras Guayaquil, Buenaventura y Galápagos Brown navegó hacia el Atlántico por la ruta del Cabo de Hornos. Noticias sobre la presencia portuguesa en el Plata, lo obligaron a dirigirse a la isla Barbados para reparar su nave. La insidiosa intervención del capitán Stirling lo llevó a la Antigua donde fue juzgado por la Corte del Adelantazgo local.

Estos hechos aclaran que Brown no continuó la guerra de Corso en las Antillas como especifica Pigna.Ver: Apostillas ..., ob.cit. Página 111 y Ratto; ob.cit, Página 120.

9.- El lugre mencionado como San José se denominaba Neptuno.
10.- Bouchard fue muy severo en su propiedad económica peruana, pero ello no debe llevar al lector al concepto de inhumanidad. No puede presentarse su imagen con trabajadores encadenados y engrillados como en épocas de dura esclavitud, sobre todo en un trabajo para escolares fácilmente influenciables.

La Comisión de Estudios Históricos no recomienda la difusión de este texto como bibliografía a nivel escolar.




INSTITUTO NACIONAL BROWNIANO
Av. Alte. Brown 401
C1155AEB Ciudad Autónoma de Buenos Aires República Argentina
(5411) 4362-1225

Boletín Güemesiano Aniversario natalicio de Güemes


BOLETIN GUEMESIANO Nº 94
FEBRERO DE 2008
PRESENTACION

Decía el Prof. Luis Oscar Colmenares: «Una de las máximas gestas de América, muy poco conocida universalmente y que, a la vez, fue empequeñecida en sus proporciones y hasta deformada por ignorancia o prejuicio, es la epopeya que tuvo por escenario a Salta y Jujuy durante la guerra por la Independencia y que reconoció como promotor, conductor y mártir a don Martín Miguel de Güemes». Coincidiendo con la palabra de quien dedicara su vida a estudiar y difundir la obra del prócer, aprecio que no sólo su gesta sino también su figura fue y continúa siendo empequeñecida y deformada.

Al cumplirse el 223º aniversario del nacimiento de Güemes y el 6º del fallecimiento del Lic. Colmenares, se transcribe uno de sus esclarecedores trabajos, en homenaje a ambos.

CONTENIDO

I. MARTIN MIGUEL DE GUEMES, GENERAL EN JEFE DEL EJERCITO DE OBSERVACION SOBRE EL PERU, NACIO EN LA CIUDAD DE SALTA, por el Lic. Luis Oscar Colmenares.
II. ANIVERSARIO DEL NATALICIO DEL GENERAL MARTIN GUEMES
III. AGENDA GUEMESIANA ENERO DE 2008
IV. PALABRAS FINALES

DESARROLLO

I. MARTIN MIGUEL DE GUEMES, GENERAL EN JEFE DEL EJERCITO DE OBSERVACION SOBRE EL PERU, NACIO EN LA CIUDAD DE SALTA


En un artículo impreso en el Boletín Nº 15 (año 1990) del Instituto Güemesiano de Salta, el Dr. Luis Oscar Colmenares expresaba:

«Hoy ya han mermado los que dudan sobre el día en que nació Martín Miguel de Güemes. A causa de que la partida de bautismo no lo dice, unos sostenían que había nacido el día 8 de febrero de 1785 y otros que el nacimiento había ocurrido el día anterior. Las investigaciones más recientes han originado que la mayoría de los estudiosos sostenga que nació el día 8.

Hubo dudas sobre en qué inmueble de la Ciudad de Salta había nacido Güemes. Los estudios realizados por el doctor Atilio Cornejo establecieron que nació en una casa que ya no existe, la cual estaba situada sobre la actual calle Balcarce entre las de Caseros y España, mitad de cuadra, vereda impar. Allí funcionó de 1784 a 1789 la Tesorería de la Intendencia de Salta del Tucumán, a cargo de don Gabriel de Güemes Montero, padre del prócer.

Nunca hubo dudas de que Güemes fuera salteño. Sin embargo, en el Nº 37 de la revista-libro Historia, correspondiente a marzo-mayo de 1990 y que aparece trimestralmente en la Capital Federal, el coronel (RE) Emilio Bidondo publica un artículo donde dice que hay dudas sobre ello. Sostiene que no hay prueba documental sobre el nacimiento de Güemes en Salta e inserta una Foja de Servicios del cadete Güemes donde consta el siguiente dato: «su país Jujuy». Agrega que don Joaquín de la Pezuela (que fuera virrey del Perú y antes comandante de las fuerzas realistas del Alto Perú, a las que el prócer contuvo en 1814 en su intento de llegar a Buenos Aires para deponer al gobierno central de las Provincias Unidas) expresa en su Memoria Militar 1813-1815, que cuadrillas numerosas de gauchos eran «agitadas por un Güemes natal de Jujuy».


LA PARTIDA DE BAUTISMO

Nunca hubo dudas de que Güemes era salteño por cuanto sus padres residieron en la ciudad de Salta desde comienzos del año 1784, cuando comenzó a funcionar la Tesorería de la Intendencia de Salta del Tucumán donde el tesorero tenía la obligación de vivir. El mismo coronel Bidondo afirma que la Intendencia quedó definitivamente instalada el 7 de enero de 1784. Empero, hay algo mucho más importante que prueba el nacimiento de Güemes en Salta, pese a que el coronel Bidondo no quiere entenderlo así: la partida de bautismo. Su texto es el siguiente:

«En esta Santa Iglesia Matriz de Salta en nueve de febrero de mil setecientos ochenta y cinco, Yo el Cura Rector más antiguo exorcicé, bauticé y puse óleo y crisma a Martín Miguel Juan de Mata, criatura nacida de dos días, e hijo legítimo de don Gabriel de Güemes Montero y doña María Magdalena de Goyechea y La Corte y fueron sus padrinos de agua y óleo don José Gonzalez de Prada, Contador Ministro de Real Hacienda y doña María Ignacia Cornejo y para que conste lo firmo. Dr Gabriel Gómez Recio»

Luego, la criatura nacida de dos días fue bautizada en la Iglesia Matriz de Salta. El Curato Rectoral de la ciudad de Salta tenía su sede en la iglesia Matriz y abarcaba la ciudad capital de la Intendencia. Por lo tanto, allí se efectuaban los bautismos de los niños nacidos en la ciudad. Para los nacidos fuera de la capital pero dentro del distrito de campaña salteño estaban los anexos o vice parroquias del Rectoral de Salta y los otros Curatos: Rosario de los Cerrillos, Chicoana y Calchaquí. En el Chaco había varias misiones, sucesoras del Curato de Esteco y precursoras del Curato del Río del Valle.

Las partidas de los bautismos efectuados en la Iglesia Matriz de Salta no consignaban regularmente el lugar del nacimiento de los bautizados, por cuanto se sabía que en este templo se bautizaba a los nacidos en la ciudad. Si por razones de urgencia o por otras, valederas a criterio del Cura Rector, se llegaba a bautizar a una persona nacida en otro lugar, hubiera tenido que dejarse constancia de ello. En la partida de Güemes no hay ninguna constancia de esta índole. Sí consta que fueron sus padrinos dos caracterizados vecinos residentes en la ciudad de Salta.

Hay algo más: el Cura Rector dice que bautizó una «criatura nacida de dos días». ¿Es posible suponer que, en 1785, una criatura de dos días, nacida en algún lugar de la actual provincia de Jujuy pudo ser trasladada a la ciudad de Salta para su bautizo? Desde luego que solo cabría tal suposición si existieran testimonios adecuados y concordantes.


UNA FOJA DE SERVICIOS DE GUEMES

El coronel Bidondo nos informa que en 1989 recibió copia de una Foja de Servicios de Güemes, existente en el Archivo General de Simancas, España, la cual incluye en la primera página de su trabajo. Allí se certifica que hasta fines de diciembre de 1799 Güemes era un cadete que tenía diez meses y dieciocho días de antigüedad. También se certifica lo siguiente: «Su País Jujuy».

El autor nos dice que esta Foja de Servicios era el elemento básico de los legajos militares, un documento oficial a cuyos datos debemos asignar «alto valor». Agrega que la información asentada «debía ser brindada no sólo por el joven cadete sino por su padre o por lo menos por personas de acreditada nobleza o distinción». Añade «que en el caso del cadete Güemes tanto él como su padre –funcionario de la corona- debieron proporcionar los datos con absoluta verdad» y concluye afirmando que «todos los datos ahí anotados en principio merecen fe».

Una copia manuscrita de esta Foja de Servicios de Güemes existe en el Instituto Güemesiano de Salta. La recibimos de manos de la socia activa del Instituto profesora Clara Gutiez de Cáceres, quien estuvo en el Archivo General de Simancas en 1973 y consultó el legajo donde se encuentra la misma. El Consejo Directivo del Instituto observó el error sobre el lugar de nacimiento de Güemes a igual que otro error que no menciona el coronel Bidondo, lo que hizo que no se le diera un «alto valor».

El error que no cita el coronel Bidondo es el siguiente. En la foja de Servicios se lee: «Su edad 17años”. Al 31 de diciembre de 1799 Martín Miguel de Güemes no había cumplido quince años. De manera que la certificación sobre su edad es errónea.

No todos los datos allí mencionados tienen el “alto valor” que se sostiene porque este documento no es un testimonio de nacimiento. Sólo tiene valor testimonial la afirmación de que Güemes fue cadete y que al 31 de diciembre de 1799 tenía diez meses y dieciocho días de antigüedad, lo cual es exacto.

Si pasamos a la calificación que allí se hace de Güemes se pone en evidencia el desconocimiento que tenía el calificador. En cuanto a valor se consigna: «se supone». Y respecto a aplicación, capacidad y conducta, se repite tres veces la palabra «regular».


Lo expuesto permite suponer que ésta foja de Servicios fue confeccionada en Buenos Aires, con sólo la información recibida desde Salta sobre el día de ingreso de Güemes en la 6ta. Compañía del III Batallón del Regimiento de Infantería Fixo.

Pero así no tengamos en cuenta estas serias deficiencias, el dato que contiene la Foja de Servicios respecto a que el país de origen de Güemes es Jujuy, no puede poner en duda lo que surge de un auténtico testimonio como es la Partida de Bautismo, que también certifica el nacimiento. Esta partida, sin decir explícitamente que Güemes nació en Salta, lo expresa implícitamente por haberse efectuado el bautismo en la Iglesia Matriz de Salta, cuando el prócer sólo tenía dos días de vida.

DOS DOCUMENTOS DE PEZUELA

El coronel Bidondo también se refiere a lo expuesto por Joaquín de la Pezuela respecto a Güemes en su Memoria Militar 1813-1815. Ya dijimos que Pezuela afirma que actuaban cuadrillas numerosas de gauchos «agitadas por un Güemes natal de Jujuy». Entiende nuestro autor que este dato de Pezuela «merece ser debidamente tomado como prueba documental». Agrega que «se trata de un testimonio de primera mano». Realmente extraña lo que dice el coronel Bidondo. No entendemos cómo puede asignar al relato de Pezuela sobre el lugar de nacimiento de Güemes un valor testimonial.


Todo testimonio es una reliquia de lo que se investiga. Es lo que queda de aquello que se quiere reconstruir o conocer. Lo que dice Pezuela sobre el lugar de nacimiento de Güemes no tiene, por lo tanto ningún valor testimonial. En cambio sí lo tiene, así se equivoque, lo que dice respecto a las características del guerrero que enfrenta. Esta afirmación última es algo que queda de la lucha que sostuvieron.

En un informe que se conserva en el archivo general de Simancas (una copia del cual también donó la profesora Gutiez al Instituto Güemesiano de Salta) Pezuela dice que Güemes no es jujeño. Al referirse al ejército de Belgrano, sostiene lo que sigue: «la vanguardia está en Jujuy y Salta con algunas avanzadas al frente de los puestos que ocupa el Ejército Real. La manda un Güemes, hijo de Salta, tan corto militar como Belgrano».

Ni esta afirmación de Pezuela de que Güemes nació en Salta, ni la afirmación anterior que cita el coronel Bidondo de que nació en Jujuy, tienen valor testimonial.

EL GENERALATO DE GUEMES

Dado que el coronel Bidondo menciona que Güemes fue coronel mayor y añade en una nota a pie de página que la denominación de general recién tuvo vigencia en el Ejército Argentino a partir de la reforma militar de 1882, conviene decir porqué Güemes fue general.

El 8 de junio de 1820 San Martín le comunicó a Güemes que el ejército que él comandaba había designado al salteño general en jefe del Ejército de Observación sobre el Perú. Güemes aceptó el nombramiento, se hizo reconocer en tal carácter por las Provincias - no había autoridad nacional- y se aprestó a marchar.

No pudo partir por la enconada oposición interna que sufrió, lo cual permitió la sorpresa española del 7 de junio de 1821 pero murió en acción de guerra siendo general en jefe. Por ello es general.

CONCLUSION

El coronel Bidondo concluye su artículo sosteniendo que: «La incógnita acerca del lugar del nacimiento del prócer puede transformarse en una polémica estéril si se la pretende resolver con un localismo mezquino o un provincialismo exacerbado, que no tiene razón de ser en los días que corren y mucho se compadece con las eternas divisiones de los argentinos. Martín Miguel de Güemes –sea cual fuere el lugar físico de su nacimiento- hace rato que ha sido consagrado como uno de los próceres de la Nación Argentina».

He aquí nuestra respuesta: No puede haber polémica ni localismo ni provincialismo, por cuanto no existe incógnita sobre el lugar de nacimiento de Güemes. Lo que el coronel Bidondo llama incógnita no lo es por dos razones: 1º) La partida de bautismo del prócer prueba que nació en Salta. 2º) Los documentos que el coronel Bidondo publicó en la Revista Historia no tienen valor testimonial respecto al lugar donde nació Güemes», finaliza el Lic. Colmenares.

II. 223º ANIVERSARIO DEL NATALICIO DEL GRAL. GUEMES

El Instituto Güemesiano de Salta Delegación Buenos Aires conjuntamente con la Asociación Amigos de Plaza Güemes y el Centro de Gestión y Participación Comunal 14 del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, organiza un Acto Público y posterior Diálogo Güemesiano con motivo de conmemorarse el 223º Aniversario del natalicio del Gral. Martín Miguel Juan de Mata Güemes.

Las actividades se desarrollarán el 8 de febrero de 2008 a las 19.00 hs. en Plaza Güemes, sita en Charcas y Salguero, Barrio de Palermo, Capital Federal.

Informes: Lic. Viviana Stecca: vs@2vias.com.ar; Prof. María Cristina Fernández Tel. 4306 9720.

III. AGENDA GUEMESIANA ENERO DE 2008

La Delegación Güemesiana en Buenos Aires asistió con Abanderados y escoltas en el acto organizado por la Asociación Cultural Pasos Sanmartinianos en Plaza San Martín con motivo del inicio de la 1era Cabalgata Retiro-San Lorenzo.

Luego de recorrer 380 Km, los participantes rindieron homenaje al Gral. San Martín el 3 de febrero en el Campo de la Gloria, San Lorenzo, Prov. de Santa Fe.

IV. PALABRAS FINALES

Respecto al tema central del presente Boletín, cabe agregar que en dos oportunidades, encontrándome en San Salvador de Jujuy, mantuve un diálogo que comenzó siendo amable y se transformó en incómodo al hablar del Gral. Güemes.

En Agosto de 2006, visitando el Salón de las Banderas en la Casa de Gobierno, la profesional que me guiaba expresó que lamentaba que los salteños les hubiéramos «robado» a Güemes. «Como usted bien sabe, el General nació en Jujuy», sentenció.

En Agosto de 2007, al finalizar la marcha evocativa del Exodo Jujeño, me reuní con copleros en el parque y conversando sobre distintos aspectos de la independencia argentina un señor de apellido Lozano me dijo: «ustedes dicen que Güemes es salteño pero él nació en Jujuy, en el pueblo de San Antonio. Yo soy de allí, averigüe y verá que es así».

Estas expresiones habían quedado en lo anecdótico hasta que en Noviembre de 2007 encontré el artículo del Maestro Colmenares que transcribo. Ello fue simultáneo a mi asistencia a la presentación de un libro que luego adquirí.

En ése libro, «Martín Güemes, Baluarte de la Independencia», Lucía Galvez dice en la página 23: «La Ciudad de Jujuy –donde vendría al mundo el segundo hijo del matrimonio Güemes, Martín Miguel- dependía de Salta. Ambas formaban parte de la gobernación del Tucumán». Tres páginas más adelante la misma escritora dice «El segundo hijo de los Güemes, Martín Miguel, nació en la Ciudad de Salta el 7 de febrero de 1785».

La autora cita primeramente, como lugar de nacimiento de Güemes, Jujuy
y luego Salta. También dice que el prócer nació el 7 de febrero (no es lo que sostienen el Instituto Güemesiano de Salta y sus descendientes) en el seno de una rica familia salteña (el padre del General era español y su madre Jujeña, como la misma escritora expresa luego) y que Güemes murió después de siete días de intensos sufrimientos (fueron diez).

Coincidentemente Pezuela y Gálvez, en siglos diferentes, se confunden. Bidondo, nacido en Jujuy al igual que la guía de la Casa de Gobierno de ésa Provincia y el coplero, también lo hacen, el primero era un estudioso y los restantes, voceros de un insostenible error.

Que Pezuela se contradiga con el lugar de nacimiento de Güemes puede considerarse natural en alguien que no era oriundo del Continente Americano. Nótese que además denomina «país» a Jujuy. Lo llamativo es que tal confusión perdure entre nuestros contemporáneos. Por ello aprecié oportuno poner a consideración del lector el trabajo del Lic. Colmenares quien falleció el 17 de febrero de 2002 a los 82 años. El investigador dedicó la mayor parte de su vida a analizar documentalmente y difundir la Gesta Güemesiana. Sea la difusión de sus escritos una flor que perfume su recuerdo en el sexto aniversario de su fallecimiento.

Buenos Aires, 05 de Febrero de 2008
Prof. María Cristina Fernández
macacha@infovia.com.ar

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